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1 Tesalonicenses 2:15 - Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Estos son los que dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas y los que nos persiguen a nosotros. No agradan a Dios y se portan como enemigos de todos los hombres

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Biblia Reina Valera 1960

15 los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Pues algunos de los judíos mataron a los profetas, y otros incluso mataron al Señor Jesús. Ahora también nos han perseguido a nosotros. Ellos no agradan a Dios y actúan en contra de toda la humanidad

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 los cuales no sólo dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas,° sino que a nosotros nos expulsaron,° y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 que dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas, nos persiguieron a nosotros, no agradan a Dios y se enfrentan con todo el mundo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres;

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1 Tesalonicenses 2:15
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Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.


¿Hubo algún profeta que sus padres no hayan perseguido? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y ustedes ahora lo han entregado y asesinado;'


Ustedes, sin embargo, lo entregaron a los paganos para ser crucificado y morir en la cruz, y con esto se cumplió el plan que Dios tenía dispuesto.


Mataron al Señor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.


Pero nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz.


Y todo el pueblo contestó: '¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!'


¡Jerusalén, Jerusalén, qué bien matas a los profetas y apedreas a los que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y tú no has querido!


Entonces Amán dijo al rey Asuero : 'En todas las provincias de tu reino vive un pueblo extraño y que está disperso en medio de los demás pueblos. Sus leyes no se parecen a las de ningún otro y no observan las leyes del rey. Por ningún motivo debes dejarlos tranquilos.


Sin embargo, la mayoría de ellos no agradaron a Dios y sus cuerpos quedaron en el desierto.


y, al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener también a Pedro: eran precisamente los días de la fiesta de los Panes Azimos.


El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte colgándolo de un madero.


Luego, Amasías fue a decirle a Amós: 'Sal de aquí, visionario; vete a Judá, gánate allá la vida dándotelas de profeta,


Sépanlo todos ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre que está aquí sano delante de ustedes ha sido sanado por el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron, pero a quien Dios ha resucitado de entre los muertos.


Inútilmente he corregido a sus hijos, ya que nadie me ha hecho caso. La espada, más feroz que un león, ha devorado a sus profetas, pero no entendieron.


Viajes frecuentes, peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros por parte de mis compatriotas, peligros por parte de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en lugares despoblados, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos.


Así pague el Señor a mis acusadores y a los que hablan mal de mi persona.


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