Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





1 Samuel 6:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Hagan estatuas de sus tumores y de las ratas que asolan su país, y den gloria al Dios de Israel. A lo mejor así dejará su mano de castigarlos, tanto a ustedes como a sus dioses y a su país.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

5 Haréis, pues, figuras de vuestros tumores, y de vuestros ratones que destruyen la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel; quizá aliviará su mano de sobre vosotros y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Hagan estas cosas para demostrar su respeto al Dios de Israel. Tal vez entonces él deje de afligirlos a ustedes, a sus dioses y a su tierra.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Por tanto, os haréis figuras de vuestras hemorroides, y figuras de los ratones que infectan vuestra tierra, y daréis gloria al Dios de Israel, que quizá aliviará su mano de sobre vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Haced, pues, figuras de vuestros tumores y figuras de las ratas que arruinan el país, así daréis gloria al Dios de Israel. Quizá entonces el peso de su mano sobre vosotros, vuestros dioses y vuestro país, sea más ligero.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Haréis, pues, figuras de vuestras hemorroides, y figuras de vuestros ratones que destruyen la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel: quizá aliviará su mano de sobre vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




1 Samuel 6:5
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces Josué dijo a Acán: '¡Di la verdad delante de Yavé, el Dios de Israel, hijo mío! ¡Ríndele homenaje! Dime lo que hiciste y no me ocultes nada'.


Se reunieron todos los príncipes de los filisteos: 'Devolvamos el arca del Dios de Israel, dijeron, que vuelva al lugar de donde vino. Porque si no, vamos a morir nosotros y nuestro pueblo'. Se había producido en toda la ciudad un pánico terrible pues la mano de Dios se había vuelto muy pesada.


De nuevo los fariseos volvieron a llamar al hombre que había sido ciego y le dijeron: 'Confiesa la verdad; nosotros sabemos que ese hombre que te sanó es un pecador.


¡Que aviven a Yavé y que los vivas se oigan hasta en las islas!


Reconozcan a Yavé, su Dios, antes que llegue la noche y sus pies tropiecen en las oscuras montañas. Ustedes esperaban la luz, pero él la cambia en sombra de muerte y, luego, en total oscuridad.


Tu mano día y noche pesaba sobre mí, mi corazón se transformó en rastrojo en pleno calor del verano.


Pero, apenas llegaron con ella, el peso de la mano de Dios se hizo sentir en la ciudad: se produjo un gran pánico. Castigó a los habitantes, desde el más chico al más grande, haciéndoles salir tumores.


Los hombres fueron abrasados y empezaron a insultar a Dios, que tiene poder sobre tales plagas, en vez de reconocerle y darle gloria.


Gritaba con fuerza: 'Rindan a Dios gloria y honor, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales de agua.


En ese momento se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, pereciendo en el cataclismo siete mil personas. Los supervivientes se llenaron de espanto y reconocieron al Dios del cielo.


Ya las he maldecido, porque ninguno de ustedes toma su oficio en serio.


Yo los compensaré por los años que les devoró la langosta y el pulgón, el grillo y la oruga, mi gran ejército, que contra ustedes había mandado.


Unicamente reconoce que eres culpable, que has traicionado a Yavé, tu Dios; has vendido tu amor a los extranjeros y no has escuchado mi voz.


Yavé se ha montado en una rápida nube, y llega a Egipto. Los ídolos de Egipto tiemblan al verle y a los egipcios les falla el corazón.


Digan a Dios: ¡Qué terribles son tus obras! Tu fuerza es tal que tus enemigos se convierten en tus aduladores.


Aleja de mí tus castigos, que me han destrozado los golpes de tu mano.


Los hijos de extranjeros me adulan, apenas oyen mi voz, me obedecen.


Pues Yavé había dado muerte a sus primogénitos, haciendo justicia de sus dioses.


Durante esa noche, yo recorreré el país de Egipto y daré muerte a todos los primogénitos de Egipto, tanto de los egipcios como de sus animales; y demostraré a todos los dioses de Egipto quién soy yo, Yavé.


Faraón respondió: 'Yo los dejaré ir a ofrecer sacrificios a su Dios en el desierto con la condición de que no vayan muy lejos. Pero ustedes rueguen por mí.


Si tú no lo envías, enviaré yo tábanos contra ti, tus servidores y tu pueblo; e invadirán las habitaciones de los egipcios y todos los lugares donde viven.


Moisés le contestó: 'Indícame, por favor, cuándo tendré que rogar por ti, por tus servidores y tu pueblo, para que se alejen las ranas y que solamente haya en el Nilo.


Tomarán el arca de Yavé y la pondrán en la carreta, y los objetos de oro que le ofrecerán en reparación los pondrán en un cofre al lado del Arca, y dejarán que se vayan.


Adoren al Señor todas las familias de la tierra. Reconozcan su poder.


Den gloria a su santo nombre. Ofrézcanle sacrificios, entren en su templo. Póstrense ante él con vestidos sagrados.


¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?'


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម