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1 Reyes 3:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Concéde pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal. ¿Quién podría en realidad gobernar bien a un pueblo tan importante?

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Biblia Reina Valera 1960

9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal. Pues, ¿quién puede gobernar por su propia cuenta a este gran pueblo tuyo?

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Da pues a tu siervo un corazón que sepa escuchar, para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

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1 Reyes 3:9
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si alguno de ustedes ve que le falta sabiduría, que se la pida a Dios, pues da con agrado a todos sin hacerse rogar. El se la dará.


Adquiere la sabiduría más bien que el oro; prefiere el buen juicio al dinero.


A los adultos se les da el alimento sólido, pues han adquirido la sensibilidad interior y son capaces de distinguir lo bueno y lo malo.


Yo no puedo hacer nada por mi cuenta, sino que juzgo conforme a lo que escucho; así mi juicio es recto, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envió.


Y me dije: 'Ojalá el señor rey pudiera decir tan sólo una palabra apaciguante, porque el rey es como un ángel de Dios, que comprende el bien y el mal. Que Yavé tu Dios esté contigo'.


Quiera Yavé concederte prudencia y entendimiento en el momento en que te establece sobre Israel, para que guardes la Ley de Yavé tu Dios.


En cambio la sabiduría que viene de arriba es, ante todo, recta y pacífica, capaz de comprender a los demás y de aceptarlos; está llena de indulgencia y produce buenas obras,


Por tanto, no se dejen estar, sino traten de comprender cuál es la voluntad del Señor.


Tus testimonios son justicia eterna, dame inteligencia y viviré.


Dame inteligencia para guardar tu Ley, y que la observe de todo corazón.


¿Cómo podríamos atribuirnos algo a nosotros mismos? Nuestra capacidad nos viene de Dios.


Juan quiso disuadirlo y le dijo: '¿Tú vienes a mí? Soy yo quien necesita ser bautizado por ti.


La sabiduría es útil para el que tiene tierras: ¡cuánto más para los que ven el sol!


Al oído que oye, al ojo que ve, a ambos los hizo Yavé.


Dame, pues, la sabiduría y el entendimiento para que pueda conducir a este pueblo, porque ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo?'


Da a mi hijo Salomón un corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus instrucciones y tus preceptos, y lo ponga todo por obra y edifique la Casa que yo he preparado.


Quisiera que saquen provecho de cada cosa y cada circunstancia para que lleguen puros e irreprochables al día de Cristo,


Para los que se pierden es olor de muerte que lleva a la muerte; para los que se salvan, fragancia de vida que conduce a la vida. Pero ¿quién está a la altura de esta misión?'


Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo -yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias-, él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego.


La sabiduría hace al sabio más poderoso que los diez jefes de su ciudad.


Yo exclamé: 'Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!'


La sabiduría del hombre hábil consiste en saber a dónde va; la necedad de los tontos los extravía.


Tus manos me han hecho y organizado, dame inteligencia para aprender tus mandatos.


Todo Israel oyó hablar de la sentencia que había pronunciado el rey; desde entonces hubo un gran respeto por el rey porque se veía que la sabiduría de Dios estaba con él cuando administraba justicia.


Le agradó al Señor el pedido de Salomón,


Todo el mundo quería ser recibido en audiencia por Salomón y escuchar la sabiduría que Dios le había dado.


¿Y tú reclamas para ti cosas extraordinarias? No reclames tanto, pues voy a descargar calamidades sobre todos los mortales, dice Yavé, pero a ti te concederé la vida. La guardarás como un premio por dondequiera que vayas.


El es el dueño de los tiempos y de los momentos, destrona a los reyes igual como los entroniza, da la sabiduría a los sabios, la inteligencia a los que toman decisiones.


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