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1 Reyes 20:7 - Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Entonces el rey de Israel convocó a los ancianos del país y les dijo: 'Miren, es evidente que este nos odia. Cuando me reclamó mis mujeres y mis hijos, mi plata y mi oro, nada le negué'.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo este no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis mujeres y mis hijos, y por mi plata y por mi oro, y yo no se lo he negado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Entonces Acab mandó llamar a todos los ancianos del reino y les dijo: —¡Miren cómo este hombre está causando problemas! Ya accedí a su exigencia de darle mis esposas, mis hijos, mi plata y mi oro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y el rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: Reconoced ahora y ved cómo éste no busca sino hacer daño; porque exige° mis mujeres y mis hijos, y mi plata y mi oro, sin habérselo yo negado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Convocó entonces el rey a todos los ancianos del país y les dijo: 'Considerad y ved que este hombre sólo busca hacernos mal. Me reclama mis mujeres y mis hijos, mi plata y mi oro, sin que yo se lo haya negado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos de la tierra, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo este no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis esposas y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado.

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1 Reyes 20:7
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Al leer la carta, el rey de Israel rasgó su ropa diciendo: '¿Acaso soy un dios para hacer morir o devolver la vida? ¡Ese me pide que le quite a éste la lepra! ¡Fíjense y díganme si esto no es más que para buscarme pelea!'


Los dos reyes no pensarán más que en hacerse el mal mutuamente, y aunque estén sentados a la misma mesa se mentirán el uno al otro. Esto no cambiará nada: el fin llegará en el tiempo determinado.


porque sólo piensan en la violencia y no hablan más que de sus fechorías.


El que trata de hacer el bien será bendito, si alguien persigue el mal, el mal lo alcanzará.


Cuando no hay dirección, el pueblo va a la deriva, la salvación depende del número de los consejeros.


Está siempre preparando alguna trampa, anda buscando peleas en todo momento.


de los que en su corazón maquinan males y que provocan riñas cada día;'


¿Hasta cuándo se lanzan todos contra uno, para juntos demolerlo como se echa abajo un muro, como se derriba una cerca?


Hasta en su lecho rumia sus maldades; se obstina en el camino que no es bueno, no renuncia al mal.


Miren al hombre preñado de malicia: Concibe la desgracia y da a luz el fracaso.


Quien concibe el mal da a luz la desgracia, en su propio vientre madura la decepción.


David reunió en Jerusalén a todos los jefes de Israel, los jefes de las tribus, los jefes de las secciones al servicio del rey, los jefes de mil y de cien, los administradores de las posesiones y ganados del rey, y de sus hijos, a los funcionarios, a los héroes y a los más valientes del ejército.


David consultó con los jefes de millar y cien y con todos los oficiales.


El rey Salomón reunió luego en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los ancianos de las familias israelitas, para trasladar el Arca de la Alianza de Yavé que estaba todavía en la ciudad de David, llamada Sión.


ten por seguro que mañana a la misma hora enviaré a mis servidores a tu casa. Registrarán tu casa y las casas de tus servidores, y recogerán y traerán para acá todo lo que les guste'.


Todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: 'No le hagas caso. No hay que aceptarlo'.


Escribió en nombre del rey una carta y la selló con el timbre del rey, luego se la envió a los ancianos y a los jefes de la ciudad, vecinos de Nabot.


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