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1 Reyes 20:31 - Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Sus servidores le dijeron: 'Hemos oído decir que los reyes de Israel son reyes generosos, permítenos que nos pongamos sacos en la cintura y cuerdas en nuestro cuello y así iremos a ver al rey de Israel; a lo mejor te perdona la vida'.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído de los reyes de la casa de Israel, que son reyes clementes; pongamos, pues, ahora cilicio en nuestros lomos, y sogas en nuestros cuellos, y salgamos al rey de Israel, a ver si por ventura te salva la vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Los oficiales de Ben-adad le dijeron: «Hemos oído, señor, que los reyes de Israel son compasivos. Entonces pongámonos tela áspera alrededor de la cintura y sogas en la cabeza en señal de humillación, y rindámonos ante el rey de Israel. Tal vez así le perdone la vida».

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes clementes. Te rogamos, permítenos ahora ceñir cilicio sobre nuestros lomos, y ponernos sogas al cuello, y salir al rey de Israel; quizás te conceda la vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Dijéronle sus servidores: 'Mira: hemos oído decir que los reyes de la casa de Israel son benignos. Pongámonos sacos en la cintura y sogas en la cabeza y salgamos así hacia el rey de Israel. Quizá permita que sigas con vida'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; pongamos, pues, ahora cilicio en nuestros lomos, y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizá por ventura te salve la vida.

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1 Reyes 20:31
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

David dijo después a Joab y a toda la gente que estaba a su alrededor: 'Rasguen sus ropas, pónganse sacos en su cintura y hagan duelo por Abner'. El rey David iba detrás del cadáver.


Jacob desgarró sus vestidos, se vistió con un sayal, e hizo duelo por su hijo durante muchos días.


Los consejeros del rey de Aram, por su parte, dijeron a éste: 'Los dioses de Israel son dioses de montaña, por eso fueron más poderosos que nosotros. Pero atraigámoslos a la llanura y seguramente tendremos ventaja.


Yo enviaré a mis dos testigos vestidos con ropa de penitencia para que proclamen mi palabra durante mil doscientos sesenta días.


No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.


Cuando terminaron de hablar, el rey Ezequías rasgó también su ropa, se puso un saco y se fue a la Casa de Yavé.


El Señor Yavé de los Ejércitos los invitaba aquel día a llorar y lamentar sus pecados, a cortarse el pelo y a vestirse con un saco.


el trono será restablecido, estable gracias a la bondad, y en él se sentará bajo la carpa de David, un gobernante leal, amante del derecho, y dispuesto a hacer justicia.)


La fidelidad y la lealtad conservan al rey; la benevolencia afirma su poder.


Respondió Satán: 'Piel por piel. Todo lo que el hombre posee lo da por su vida.


Reúne a todos los judíos que hay en Susa y que ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días y tres noches, y yo, por mi parte, también ayunaré con mis damas; ya que iré a ver al rey en contra de la ley, si tengo que morir, moriré».


Si nos decidimos a entrar en la ciudad, moriremos, pues hay hambre en la ciudad. Si nos quedamos aquí también moriremos. Mejor desertemos y vayamos al campamento de los arameos. Si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, moriremos'.


Pero sus sirvientes se acercaron y le dijeron: 'Padre mío, si el profeta te hubiera pedido algo difícil ¿no lo habrías hecho? ¿Por qué pues no lo haces cuando tan sólo te dice: Lávate y quedarás sano?' Bajó pues y se sumergió en el Jordán siete veces tal como le había dicho el hombre de Dios. ¡Y después de eso su carne se volvió como la carne de un niñito; estaba sano! '


y mandó buscar a Tecoa, una mujer astuta: 'Oyeme bien, le dijo, vas a ponerte ropa de luto; no te perfumarás y te comportarás como una mujer que está de luto mucho tiempo por un difunto.


Se pusieron pues sacos en su cintura y cuerdas en su cuello y fueron a decir al rey de Israel: 'Tu servidor Ben-Hadad te manda a decir esto: '¡Permíteme tan solo que siga con vida!' El rey Ajab respondió: '¿Todavía está vivo? ¡Pero si es mi hermano!'


si me visto de saco, ellos se burlan de mí.


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