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1 Reyes 19:18 - Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pero dejaré con vida a siete mil hombres en Israel, que son todos aquellos cuyas rodillas no se doblaron delante de Baal y cuya boca no le dio un beso'.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Sin embargo, preservaré a otros siete mil en Israel, ¡quienes nunca se han inclinado ante Baal ni lo han besado!

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y Yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y cuyas bocas no lo besaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pero me reservaré en Israel a siete mil: son todos aquellos cuyas rodillas no se doblaron ante Baal y todos aquellos cuyos labios no lo besaron'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Pero yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

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1 Reyes 19:18
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Menos mal que Yavé de los Ejércitos no ha dejado un resto! Pues por poco nos parecemos a Sodoma y somos igual que Gomorra.


Y todavía siguen pecando, pues se han fabricado con su plata un ídolo de metal fundido, diseñado a su gusto. Esto no es más que obra de artesanos, pero ellos dicen: 'Ofrézcanles sacrificios', y hombres como ellos besan a un ternero.


para que al Nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y entre los muertos,


no sea que se enoje y perezcan, pues su cólera estalla en un momento. ¡Felices los que en él se refugian!


mi corazón se dejó seducir en secreto, y le mandé con mi mano un beso de mi boca?


No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.


Los reyes serán tus padres adoptivos y sus princesas tus niñeras. Se agacharán delante de ti hasta tocar el suelo y besarán el polvo de tus pies. Entonces tú sabrás que Yo soy Yavé; y que nunca defraudo a los que esperan en mí.


Pero si no lo quiere, has de saber que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que erigiste'.


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