Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





1 Reyes 14:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Tú has actuado peor que todos los anteriores a ti, te has hecho otros dioses, ídolos de metal que sólo me irritan y me has dejado tirado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

9 sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti. Te has hecho otros dioses y me has enfurecido con tus becerros de oro. Como me has dado la espalda,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 sino que has obrado peor que todos los que te han precedido: te has fabricado dioses ajenos e imágenes fundidas, y así has provocado mi ira y me has vuelto las espaldas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 sino que has hecho lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, porque fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas:

សូមមើលជំពូក ចម្លង




1 Reyes 14:9
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y esta es una palabra de Yavé: 'Ya que tú me olvidaste y te apartaste de mí, cargarás con el peso de tu vergüenza y de tus prostituciones'.


tú que odias mis reprensiones y te echas mis palabras a la espalda?


Pero, se rebelaron y se alzaron contra ti, y se echaron tu Ley a la espalda. Mataron a los profetas que los invitaban a volverse hacia ti y cometieron grandes crímenes.


Jeroboam instituyó sus propios sacerdotes para sus santuarios altos, para el culto de los machos cabríos y de los becerros que había hecho.


Después de haber pedido consejo, el rey Jeroboam mandó hacer dos terneros de oro y dijo al pueblo: '¡No suban más a Jerusalén, ya basta! Israel, aquí está tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto.


¿Queremos provocar acaso los celos del Señor? ¿Seremos acaso más fuertes que él?


Entonces me dijo: 'Viste, hijo de hombre, ¿no les basta a la casa de Judá con hacer aquí tantas cosas escandalosas? ( ) ¿Van a seguir enojándome? Pero esta vez se les pasó la medida,


Extendió lo que podía ser una mano y me agarró por los cabellos: inmediatamente el Espíritu me levantó entre el cielo y la tierra. Me llevó a Jerusalén en una visión divina hasta la entrada de la puerta que mira al norte, allí donde está el ídolo que provoca los celos del Señor.


tanto lo irritaron con esas prácticas que una plaga se desató contra ellos.


¡Cuántas veces lo desafiaron en el desierto y lo enervaron en esa soledad!


Mas tentaron a Dios, el Altísimo, se rebelaron contra él, no hicieron caso de sus advertencias.


y sacrificó a sus hijos por el fuego en el valle de Ben-Hinom; practicó la adivinanza, la magia y la hechicería, estableció espiritistas y adivinos, haciendo mucho mal a los ojos de Yavé y provocando su cólera.


A pesar de eso no se le pasó a Yavé su gran enojo contra Judá a causa de todas las acciones de Manasés que lo habían escandalizado.


Reconstruyó los Altos Lugares que su padre Ezequías había hecho desaparecer. Erigió un altar a Baal e hizo un poste sagrado tal como lo había hecho Ajab, rey de Israel; se postró ante todo el ejército de los Cielos y se puso a servirlo.


No le bastó con imitar los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat; habiendo tomado como esposa a Jezabel, hija de Itobaal, rey de los sidonios, se puso a servir a su Baal y a postrarse ante él.


Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé, siguió las huellas de Jeroboam y el pecado en el que había arrastrado a Israel.


Judá hizo lo que disgusta a Yavé, y provocaron su cólera con sus pecados mucho más que sus padres.


Entregará a Israel por culpa de los pecados que cometió Jeroboam y que hizo cometer a Israel'.


Seguían a dioses nuevos, que antes no se veneraban, y los cuarenta mil hombres de Israel no tenían escudo ni lanza.


Me pusieron celoso con lo que no es Dios, me molestaron con cosas que no sirven. Por eso yo los pondré celosos de una gente que no es pueblo, y los molestará una nación que no sirve.


Han sido rebeldes a Yavé desde el día en que yo los conozco.


En cuanto fue rey, acabó con toda la gente de Jeroboam; no le dejó ningún sobreviviente, sino que los mató a todos, según la palabra que Yavé había dicho por medio de su servidor Ajías de Silo.


Omri hizo lo que es malo a los ojos de Yavé, imitó la mala conducta de todos los que habían reinado antes que él,


Ajab hizo lo que es malo a los ojos de Yavé y fue peor que todos los reyes anteriores.


Ajab levantó también un poste sagrado y por sus muchos otros pecados provocó la cólera de Yavé, Dios de Israel, mucho más que todos los demás reyes de Israel que habían venido antes que él.


Sin embargo siguió apegado al pecado de Jeroboam hijo de Nabat, quien había arrastrado a Israel en su pecado: no se apartó de él.


Lo irritaron con sus sitios de culto y con sus ídolos lo pusieron celoso.


Los hijos amontonan la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan para hacer tortas a la reina del cielo. Y luego derraman vino en honor de dioses extranjeros, para así ofenderme.


Tú mantienes tu bondad por mil generaciones, pero castigas la falta de los padres en sus hijos. ¡Oh Dios grande y poderoso, que te llamas Yavé de los Ejércitos,


No se vuelvan hacia los ídolos ni se hagan dioses de metal fundido. ¡Yo soy Yavé, Dios de ustedes!


Pues Jeroboam había provocado la cólera de Yavé, Dios de Israel, con los pecados que había cometido y en los cuales había arrastrado a Israel.


Se apoderaron de ciudades fortificadas y de buena tierra, heredaron casas donde nada faltaba, pozos ya cavados, viñas, olivares, árboles frutales en cantidad; comieron cuanto quisieron, disfrutaron de tus incontables beneficios.


Pero tampoco ustedes me oyeron ni me hicieron caso, y, endureciendo su cabeza, se portaron peor que ellos.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម