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1 Pedro 4:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Más bien alégrense de participar en los sufrimientos de Cristo, pues también se les concederán las alegrías más grandes el día en que se nos descubra su gloria.

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Biblia Reina Valera 1960

13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 En cambio, alégrense mucho, porque estas pruebas los hacen ser partícipes con Cristo de su sufrimiento, para que tengan la inmensa alegría de ver su gloria cuando sea revelada a todo el mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Más bien regocijaos por cuanto sois participantes de los padecimientos del Mesías, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gozo inefable.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Más bien, a medida que tomáis parte en los padecimientos de Cristo, alegraos, para que también en la revelación de su gloria exultéis de gozo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 antes bien regocijaos en que sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que cuando su gloria sea revelada, os regocijéis con gran alegría.

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1 Pedro 4:13
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria.


Al mismo tiempo nos sentimos seguros incluso en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la paciencia,


Quiero conocerlo, quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos; y siendo semejante a él en su muerte,


Si ustedes comparten nuestros sufrimientos, también compartirán nuestro consuelo; se lo decimos y lo esperamos con mucha firmeza.


Dios, de quien procede toda gracia, los ha llamado en Cristo para que compartan su gloria eterna, y ahora deja que sufran por un tiempo con el fin de amoldarlos, afirmarlos, hacerlos fuertes y ponerlos en su lugar definitivo.


Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona.


Si sufrimos pacientemente con él, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará.


No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando.


Los apóstoles salieron del Consejo muy contentos por haber sido considerados dignos de sufrir por el Nombre de Jesús.


Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las pruebas, el reino y la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla de Patmos a causa de la palabra de Dios y por haber proclamado a Jesús.


Ahora me dirijo a sus Ancianos, dado que yo también soy anciano, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y espero ser partícipe de la gloria que ha de manifestarse.


Ahora me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, pues así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia.


Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta.


Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.


y por ahí regresarán los libertados por Yavé; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza.


Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús.


Hacia media noche Pablo y Silas estaban cantando himnos a Dios, y los demás presos los escuchaban.


Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.


Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de gloria, que es suyo.


El patrón le dijo: 'Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón'.


El patrón le contestó: 'Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón.


Así volverán los que ha salvado Yavé. Entrarán a Sión entre gritos de alegría, una dicha imperecedera hará brillar sus rostros. ¡Alegría y felicidad los acompañarán, y lejos quedarán las penas y los suspiros!


Entonces dirán: 'Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;'


Miren, viene entre nubes; lo verán todos, incluso los que lo hirieron, y llorarán por su muerte todas las naciones de la tierra. Sí, así será.


Lo mismo sucederá el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.


Yo les aseguro: si alguno se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles.


Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse.


Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia.


Para esto han sido llamados, pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, y deben seguir sus huellas.


Al Dios único, que puede preservarlos de todo pecado y presentarlos alegres y sin mancha ante su propia Gloria;'


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