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1 Juan 5:19 - Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Sabemos que somos de Dios, mientras el mundo entero está bajo el poder del Maligno.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo que nos rodea está controlado por el maligno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Sabemos que procedemos de Dios, y el mundo entero yace bajo el dominio del maligno;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está sometido al Maligno.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero yace en maldad.

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1 Juan 5:19
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios.


Con ellos seguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes.


El se entregó por nuestros pecados para arrancarnos de nuestra mala condición presente, cumpliendo así la voluntad de Dios nuestro Padre.


Ahora es el juicio de este mundo, ahora el que gobierna este mundo va a ser echado fuera,


El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.


¿Qué juicio? El del gobernador de este mundo: ya ha sido condenado.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo; ahí tienen el Dios verdadero y la Vida eterna.


Les he escrito, pues, a ustedes que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.


¡Adúlteros! ¿No saben que la amistad con este mundo es enemistad con Dios? Quien desee ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.


Ya no hablaré mucho más con ustedes, pues se está acercando el que gobierna este mundo. En mí no encontrará nada suyo,


Quien cree en el Hijo de Dios está guardando en sí la declaración de Dios. Quien no cree, hace a Dios mentiroso, ya que no cree al testimonio de Dios en favor de su Hijo.


El que guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. Pues Dios permanece en nosotros, y lo sabemos por el Espíritu que nos ha dado.


Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo.


Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, pues lo protege lo que en él ha nacido de Dios, y el Maligno no puede tocarlo.


Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos.


El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.


pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida.


Pues también nosotros fuimos de esos que no piensan y viven sin disciplina: andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros.


y por el que ahora padezco esta nueva prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que tiene poder para guardarme hasta aquel día lo que deposité en sus manos.


Hay algo de lo que nos sentimos orgullosos: nuestra conciencia nos asegura que la santidad y la sinceridad de Dios han inspirado siempre nuestra conducta en este mundo, especialmente respecto a ustedes. No nos han movido razones humanas, sino la gracia de Dios.


y le dijo: 'Te daré poder sobre estos pueblos, y sus riquezas serán tuyas, porque me las han entregado a mí y yo las doy a quien quiero.


No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del Maligno.


Y si nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.


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