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1 Juan 3:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Bien saben que Este vino para quitar nuestros pecados, y que en él no hay pecado.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 y ustedes saben que Jesús vino para quitar nuestros pecados, y en él no hay pecado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y sabéis que Él fue manifestado para que cargara° los° pecados,° aunque en Él no hay pecado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, pues en él no hay pecado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.

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1 Juan 3:5
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Dios hizo cargar con nuestro pecado al que no cometió pecado, para que así nosotros participáramos en él de la justicia y perfección de Dios.


de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado.


Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo ésta la muerte del justo por los injustos. Murió por ser carne, y luego resucitó por el Espíritu.


El cargó con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y por su suplicio han sido sanados.


de otro modo hubiera tenido que padecer muchísimas veces desde la creación del mundo. De hecho se manifestó una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado con su sacrificio.


Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: 'Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo.


y de parte de Cristo Jesús, el testigo fiel, el primer nacido de entre los muertos, el rey de los reyes de la tierra. El nos ama


En cambio, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado.


Porque la vida se dio a conocer, hemos visto la Vida eterna, hablamos de ella y se la anunciamos, aquella que estaba con el Padre y que se nos dio a conocer.


que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena.


El no cometió pecado ni en su boca se encontró engaño.


El es el resplandor de la Gloria de Dios y en él expresó Dios lo que es en sí mismo. El, cuya palabra poderosa mantiene el universo, también es el que purificó al mundo de sus pecados, y luego se sentó en los cielos, a la derecha del Dios de majestad.


Esto es muy cierto, y todos lo pueden creer, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.


tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'.


Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo.


Dios pensaba en él desde antes de la creación del mundo, pero no fue revelado sino a ustedes al final de los tiempos.


Nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado.


Así había de ser nuestro sumo sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos.


Sin lugar a dudas, es grande el misterio de la Bondad: El se ha manifestado en la carne; rehabilitado por el Espíritu, ha sido presentado a los ángeles. Proclamado a todas las naciones y creído en el mundo, ya fue elevado y glorificado.


Ya no hablaré mucho más con ustedes, pues se está acercando el que gobierna este mundo. En mí no encontrará nada suyo,


¿Quién de ustedes encontrará falsedad en mí? Y si les digo la verdad, ¿por qué no me creen?


Yo no lo conocía, pero mi bautismo con agua y mi venida misma eran para él, para que se diera a conocer a Israel.


El capitán, al ver lo que había sucedido, reconoció la mano de Dios y dijo: 'Realmente este hombre era un justo.


Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho,


Vuelve, Israel, junto a Yavé, tu Dios, pues tus faltas te hicieron tropezar.


No olviden que han sido rescatados de la vida vacía que aprendieron de sus padres; pero no con un rescate material de oro o plata,


El es la víctima por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.


Si saben que él es el Justo, reconozcan que todo el que practica la justicia ha nacido de Dios.


En cambio quienes pecan son del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. Para esto se ha manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del Diablo.


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