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1 Juan 1:8 - Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad;

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

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1 Juan 1:8
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pues todos pecaron y están faltos de la gloria de Dios.


y todos tenemos nuestras fallas. El que no peca en palabras es un hombre perfecto de verdad, pues es capaz de dominar toda su persona.


No hay en la tierra ningún hombre lo bastante justo como para hacer el bien sin nunca pecar.


Todos andábamos como ovejas errantes, cada cual seguía su propio camino, y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.


Si alguien dice: 'Yo lo conozco', pero no guarda sus mandatos, ése es un mentiroso y la verdad no está en él.


Si dijéramos que no hemos pecado, sería como decir que él miente, y su palabra no estaría en nosotros.


¿Quién puede decir: mi corazón es puro, estoy limpio de todo pecado?


¿Qué es el hombre y cómo podría ser puro? ¿Cómo puede ser justo un hombre nacido de mujer?


Si alguno se cree algo, cuando no es nada, se engaña a sí mismo.


Nadie ya invoca tu Nombre ni se despierta para buscarte, sino que tú nos has dado vuelta la cara y nos has dejado a merced de nuestras culpas.


No llames a juicio a tu siervo pues no hay quien sea justo en tu presencia.


Si alguno se cree muy religioso, pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión no vale.


y discusiones propias de los que tienen la mente pervertida. Están tan alejados de la verdad que para ellos la religión es un puro negocio.


¿Cómo puede un hombre justificarse ante Dios? ¿Cómo será puro el que nació de mujer?


Cuando hayan pecado contra ti porque nadie está sin pecado cuando estés encolerizado con ellos, los entregues a sus enemigos y sus vencedores los lleven cautivos a su país, lejos o cerca,


Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio.


¿Quién podrá sacar lo puro de lo impuro? ¡Nadie!


Cuando pequen contra ti, pues no hay hombre que no peque, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo, y sus conquistadores los lleven cautivos a un país lejano o cercano,


a causa de esta misma verdad que permanece en nosotros y estará siempre con nosotros.


Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas, somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad.


Pongan por obra lo que dice la Palabra y no se conformen con oírla, pues se engañarían a sí mismos.


Mientras tanto los pecadores y los embusteros irán de mal en peor, yendo juntos los engañadores y los engañados.


En verdad, yo sé muy bien que es así. ¿Cómo puede un hombre justificarse ante Dios?


Grande ha sido mi alegría al oir alabar tu verdad a los hermanos que llegaron, puesto que vives en la verdad.


y recibirán lo merecido por su maldad. Se sienten felices por gozar placeres pasajeros. Gente sucia y viciosa, que se aprovechan de ustedes y se portan como glotones en sus comidas fraternas.


Sin embargo, dices: 'Soy inocente ¿por qué no se aparta de mí la ira de Yavé?' Pues bien, aquí te voy a rebatir: Sí, tú pecaste.


Ustedes tienen por padre al diablo y quieren realizar los malos deseos de su padre. Ha sido un asesino desde el principio, porque la verdad no está en él, y no se ha mantenido en la verdad. Lo que le ocurre decir es mentira, porque es un mentiroso y padre de toda mentira.


Si uno dice 'Yo amo a Dios', y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.


Si la lepra se ha desarrollado sobre la piel hasta cubrirla de la cabeza hasta los pies, por cuanto el sacerdote alcance a verlo,


Isaías le dijo: '¿Qué vieron en tu palacio?' Ezequías le respondió: 'Vieron todo lo que hay en mi palacio. No quedó nada en mis almacenes que no les mostré'.


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