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1 Crónicas 9:26 - Biblia Católica (Latinoamericana)

26 porque los cuatro jefes de los porteros eran permanentes; algunos levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros de la Casa de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Porque cuatro principales de los porteros levitas estaban en el oficio, y tenían a su cargo las cámaras y los tesoros de la casa de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Los cuatro porteros principales, todos levitas, eran funcionarios de confianza, porque eran responsables de las habitaciones y de los tesoros de la casa de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Porque los cuatro porteros principales, que eran levitas, estaban en servicio permanente a cargo de las cámaras y de los tesoros de la Casa de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 pero los cuatro jefes de los porteros estaban de servicio permanente. Había levitas encargados de las cámaras y de los tesoros del templo de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Porque cuatro principales de los porteros levitas estaban en el oficio, y tenían cargo de las cámaras, y de los tesoros de la casa de Dios.

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1 Crónicas 9:26
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

le había pasado a éste una gran bodega donde antes se guardaban las ofrendas, el incienso, los objetos sagrados, el diezmo del trigo, del vino y del aceite, en una palabra, la parte de los levitas, de los cantores y de los porteros y lo que correspondía a los sacerdotes.


Regresaron a la ciudad, llamaron a los guardias de la puerta y les contaron: 'Fuimos al campamento de los arameos y no hay nadie, ninguna presencia humana, sino sólo los caballos y los burros atados y las tiendas tales como las dejaron'.


Sus hermanos, que habitaban en poblados, tenían que venir periódicamente a estar con ellos durante siete días,


Pasaban la noche alrededor de la Casa de Dios, pues les incumbía su vigilancia y tenían las llaves para abrirlas todas las mañanas.


Anda a ver a los recabitas, conversa con ellos, llévalos a la Casa de Yavé y, en uno de sus departamentos, sírveles vino.


Me hizo entrar al patio interior; allí se habían dispuesto treinta salas y un embaldosado daba la vuelta al patio.


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