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1 Corintios 9:26 - Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Así que no quiero correr sin preparación, ni boxear dando golpes al aire.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera lucho, no como golpeando el aire;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 En consecuencia, así es como corro yo, no como a la buena de Dios. Así es también como hago pugilato, no como dando golpes al aire;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,

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1 Corintios 9:26
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por lo tanto, hermanos, esfuércense por confirmar el llamado de Dios que los ha elegido. Si obran así, no decaerán,


El atleta no será premiado si no ha competido según el reglamento.


Cristo es mi vida, y de la misma muerte saco provecho.


Este es mi trabajo, al que me entrego con la energía que viene de Cristo y que obra poderosamente en mí.


Jesús respondió: 'Esfuércense por entrar por la puerta angosta, porque yo les digo que muchos tratarán de entrar y no lo lograrán.


y por el que ahora padezco esta nueva prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que tiene poder para guardarme hasta aquel día lo que deposité en sus manos.


Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.


Ahora me dirijo a sus Ancianos, dado que yo también soy anciano, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y espero ser partícipe de la gloria que ha de manifestarse.


Cuidémonos, pues; no sea que alguno de ustedes deje pasar esta oferta de entrar en el descanso de Dios y no lo alcance.


Por eso nos viene incluso el deseo de salir de este cuerpo para ir a vivir con el Señor.


Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos.


Lo mismo ocurre con ustedes y sus lenguas. ¿Quién sabrá lo que han dicho si no hay palabras que se entiendan? Habrá sido como hablar al viento.


Desde los días de Juan Bautista hasta ahora el Reino de Dios es cosa que se conquista, y los más decididos son los que se adueñan de él.


Siguiendo una revelación, fui para exponerles el evangelio que anuncio a los paganos. Me entrevisté con los dirigentes en una reunión privada, no sea que estuviese haciendo o hubiera hecho un trabajo que no sirve.


He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos.


Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera.


Quería que la juventud de Israel aprendiera a pelear, pues aquéllos no habían conocido la guerra.


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