Salmos 91 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 El que mora al abrigo del Altísimo y a la sombra del Omnipotente se aposenta, 2 puede al Señor decir: '¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!'. 3 Él te libra, en efecto, del lazo del cazador y de la palabra perniciosa. 4 Con sus plumas te protege, bajo sus alas hallas un refugio por escudo y defensa su antebrazo. 5 No tendrás que temer del terror de la noche, ni de la flecha que vuela por el día 6 de la peste que anda en las tinieblas, o la epidemia que arrasa al mediodía. 7 Que a tu lado caigan mil y diez mil a tu diestra, a ti no alcanzará: 8 con sólo abrir tus ojos, verás la recompensa del impío. 9 Para ti el Señor es un refugio y al Altísimo tienes por defensa. 10 Ningún mal te alcanzará ni plaga alguna tocará tu tienda, 11 pues él manda a sus ángeles para que te guarden en todos tus caminos. 12 Te llevarán en palmas para que tu pie en la piedra no tropiece; 13 pisarás el león y la serpiente, hollarás el león con el dragón. 14 Ya que en mí se complace, yo le salvo, yo lo pongo en seguro, por conocer mi nombre. 15 Él me invoca y yo lo atiendo, en la angustia estoy con él para librarle y ponerlo en dignidad. 16 De abundancia de días habré yo de saciarle y llevarlo a gustar mi salvación. |
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