Salmos 77 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Del director. Según Yedutún. De Asaf. Salmo.

² Mi voz hacia el Señor, yo me lamento, mi voz hacia el Señor, y él me escucha.

³ En día de pesares busco yo al Señor: mi mano, por la noche, se tiende sin reposo y mi alma rehúsa consolarse.

⁴ Recordando al Señor, soy un gemido; meditando, el aliento se me encoge. Selah

⁵ Tú retienes mis párpados, y yo me azaro, mas no me voy de la palabra.

⁶ Cavilando en los días del pasado, en los tiempos antiguos,

⁷ me acuerdo de tus cantos en la noche, medito en mi interior, mi espíritu rebusca.

⁸ ¿Habrá, acaso, el Señor desechado por los siglos y no volverá ya más a complacerse?

⁹ ¿Se han, tal vez, agotado sus gracias hasta el fin, callado por las generaciones su palabra?

¹⁰ ¿Se habrá Dios olvidado de tener compasión y cerrado, de enojo, sus entrañas? Selah

¹¹ Yo me digo: 'Esto es lo que me apena, que ha cambiado la diestra del Altísimo'.

¹² Yo tengo en la memoria las gestas del Señor, recuerdo tus prodigios de otro tiempo:

¹³ yo pienso en tu gran obra, medito en tus portentos.

¹⁴ Tus caminos son, Dios, en santidad, ¿quién hay como Dios, grande entre los dioses?

¹⁵ Tú eres el hacedor de maravillas, el que diste a conocer tu fuerza entre las naciones,

¹⁶ que rescataste a tu pueblo con tu brazo, Selah a los hijos de Jacob y de José.

¹⁷ Al verte, Dios, las aguas, al verte las aguas se aterraron y los abismos mismos se agitaron.

¹⁸ Las nubes arrojaron aguaceros, emitieron su voz los nubarrones y volaron tus flechas.

¹⁹ El zumbido del trueno fue rodando, los rayos alumbraron el espacio y la tierra tembló de conmoción.

²⁰ Tú trazaste en los mares tu camino, tu sendero, en las aguas caudalosas, sin que tus huellas fueran conocidas.