Salmos 7 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Lamentación. De David. Cuando cantó a Yahveh, a propósito de Cus el benjaminita. 2 Señor, mi Dios, en ti confío: líbrame tú de cuantos me persiguen, ponme en salvo. 3 No desgarren mi vida, cual león: destroza y no hay quien salve. 4 Señor, mi Dios, si hice tal cosa, si hay agravio en mis manos, 5 si he pagado al amigo con el mal y expoliado sin causa a mi adversario, 6 que el enemigo me acose y que me alcance, que me arrastre por los suelos y eche a rodar mi honor por tierra. Selah 7 Levántate, Yahveh, en tu furor, imponte al frenesí de mi enemigo; despierta en mi socorro, tú que ordenas lo recto. 8 La asamblea de los pueblos te corteja; aposéntate en alto sobre ella: 9 -Yahveh hace juicio a las naciones-. Hazme, Señor, justicia, según tu rectitud y conforme a mi inocencia. 10 Cese ya la sevicia del impío y confirma a los justos, tú que escrutas los corazones y entresijos, tú, el Dios justiciero. 11 En Dios está mi escudo, el que salva a los rectos. 12 El Señor es juez justo, y un Dios que se enoja cada día. 13 Mientras no se aplacare, aguza su espada, tensa el arco y lo ajusta, 14 prepara armas de muerte, pone fuego en sus flechas. 15 Quien concibe un crimen se preña de maldad y pare fraude. 16 Abre fosa y la ahonda, para caer él mismo en la trampa que hizo. 17 Sus intrigas revierten sobre su cabeza, y en su propia cerviz se abate su violencia. |
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