Salmos 63 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Salmo. De David. Estando en el desierto de Judá. 2 Tú, Señor, eres mi Dios, y yo te ansío: de ti mi alma tiene sed y por ti mi cuerpo languidece, en una tierra árida, exhausto, falto de agua. 3 Una vez que te he visto en el santuario, que he contemplado tu fuerza y tu esplendor 4 -que mejor que la vida es tu gracia, y mis labios te alaban-, 5 quiero ya toda mi vida bendecirte, alzar mis manos en tu nombre. 6 Cual de grasa y de médula, me siento satisfecho, y mi boca te alaba con labios jubilosos. 7 En mi lecho te recuerdo y en las vigilias pienso en ti, 8 pues tú eres mi auxilio, y a la sombra de tus alas soy dichoso. 9 Mi alma va pegada en pos de ti: tu diestra me sustenta. 10 Los que me buscan para ruina entrarán en las profundidades de la tierra; 11 serán dados al filo de la espada para hacerse botín de los chacales. |
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