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Salmos 109 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director. De David. Salmo. Dios de mis alabanzas, no estés mudo,

2 pues la boca del malvado y la boca fraudulenta se abrieron contra mí y me hablan un lenguaje de perfidia.

3 Con odio me acorralan y sin razón me hacen la guerra.

4 Como pago a mi amor, ellos me acusan, mientras yo por ellos suplicaba;

5 por bien me vuelven mal, y odio por amor.

6 Suscita contra él hombre perverso y que tenga a su derecha acusador;

7 que resulte culpable en el juicio y sea su apelación tenida por pecado.

8 Que sus días sean cortos y otro ocupe su cargo.

9 Queden huérfanos sus hijos y viuda su esposa;

10 vayan sus hijos errantes mendigando, echados de sus ruinas;

11 acreedores se adueñen de lo suyo y pillen extraños su trabajo;

12 nadie le tenga compasión, y nadie se apiade de sus huérfanos;

13 perezca su estirpe en exterminio y en una generación desaparezca su nombre.

14 Que el Señor tenga memoria de las culpas de sus padres y no borre el pecado de su madre:

15 que estén siempre presentes al Señor y borre él de la tierra su recuerdo.

16 Él no ha pensado nunca en hacer bien, acosa al humilde e indigente, empuja hacia la muerte al abatido.

17 Prefiere maldición: que caiga sobre él; desprecia bendición: que se le aleje;

18 tomó la maldición como vestido, que como agua penetre en su interior, como aceite en sus huesos;

19 que le sirva de manto que lo envuelva y de faja perenne que lo ciña.

20 Así pague el Señor a quien me acusa, al que dice maldades contra mí.

21 Y tú, Señor Dios mío, actúa, por tu nombre, en mi favor, libérame, conforme a tus bondades.

22 Yo soy humilde y pobre y en mí mi corazón sufre tortura.

23 Como sombra que declina me voy yendo, sacudido cual langosta;

24 mis rodillas vacilan del ayuno, mi carne, desmedrada.

25 A sus ojos yo soy una ignominia, al mirarme, menean la cabeza.

26 Ven, Señor y mi Dios, en mi socorro, y conforme a tus gracias ponme en salvo.

27 Sabrán que ésta es tu mano y que tú has hecho esto.

28 ¡Que maldigan, con tal que tú bendigas! Surgen ellos para ir a la vergüenza, y tu siervo tendrá su regocijo.

29 Que de oprobio se vistan los que acusan, que su infamia los cubra como un manto.

30 Con mi boca bendigo yo al Señor y en presencia del pueblo lo enaltezco:

31 él se eleva a la diestra del humilde para salvarle de sus acusadores.

Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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