Job 24 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 ¿Por qué Sadday no reserva tiempos, para que sus fieles contemplen sus días? 2 Los opresores desplazan las lindes, arrebatan rebaño y pastor, 3 se llevan el asno del huérfano, toman en prenda el buey de la viuda. 4 Usurpan al huérfano su campo, toman en prenda al hijo del pobre. 5 A los mendigos echan del camino, los pobres del país tienen que esconderse. 6 Salen, como onagros, al desierto; como jornaleros, en busca de comida: trabajan por el pan de sus hijos. Siegan los campos del impío y vendimian la viña del malvado. 7 Pernoctan al sereno sin ropas, sin manta con que defenderse del frío. 8-9 Empapados por los aguaceros de los montes, a falta de refugio, se pegan a las rocas. 10 Van desnudos, faltos de abrigo; y, hambrientos, acarrean las gavillas. 11 Entre las dos muelas exprimen el aceite; pisan la uva, y padecen sed. 12 Gimen bajo el peso de su carga, grita el alma de los oprimidos. Pero Dios no escucha su plegaria. 13 Otros son rebeldes a la luz, no quieren conocer sus caminos ni van por sus senderos. 14 En la oscuridad se levanta el asesino para matar al pobre e indefenso. De noche avanza el asaltante, 15 El ojo del adúltero espía el ocaso, pensando: Nadie me verá, y se cubre el rostro con un velo. 16 en las tinieblas escala los hogares Durante el día permanecen ocultos: nada quieren éstos con la luz. 17 Para ellos es sombría la mañana; cuando amanece, se llenan de terror. 18 y huye rápido antes que amanezca. ¡Es maldito su campo en la región; no vuelve el lagarero a su viña! 19 Sequía y calor arrebatan la nieve: así hace el seol con el pecador. 20 De él se olvida el vientre materno, nadie recuerda más su nombre. El inicuo es destrozado como un árbol. 21 Porque maltrató a la estéril sin hijos y no hizo bien a la viuda. 22 Pero el que con su fuerza derriba a los tiranos se levanta y le impide confiar. 23 Le dejaba tener seguridad y apoyo, pero sus ojos vigilaban sus caminos. 24 Se elevó por un momento y ya no existe; perece como hierba que se arranca, segado como espiga. 25 ¿No es así? ¿Quién podrá desmentirme y reducir a nada mis palabras?' |
Copyright © Serafín de Ausejo 1975.