1 Tesalonicenses 3 - Biblia Serafín de Ausejo 19751 Así, pues, no pudiendo resistir más, decidimos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para que os diera ánimos y os afianzara en vuestra fe, 3 a fin de que nadie vacile en medio de estas tribulaciones -porque vosotros mismos sabéis muy bien que ésa es nuestra misión. 4 Ya cuando estábamos entre vosotros os dijimos a tiempo que tendríamos que enfrentarnos con tribulaciones, como así ha pasado y bien lo sabéis. 5 Por esto también yo, no pudiendo resistir ya más, lo he enviado a que se informara sobre vuestra fe, no fuera que el tentador os hubiera tentado y todo nuestro esfuerzo se hubiera perdido en el vacío. 6 Ahora, Timoteo acaba de llegar aquí de vuestro lado y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y de vuestro amor, y de que siempre conserváis recuerdo de nosotros y que estáis deseando vernos, como nosotros a vosotros. 7 Y así ya, hermanos, en medio de todas nuestras dificultades y tribulaciones, hemos recibido de vosotros gran consuelo a causa de vuestra fe; 8 pues al conocer vuestra firmeza en el Señor, ahora sí que nos sentimos vivos. 9 ¿Qué acción de gracias podemos dar a Dios a cambio de toda esa alegría que experimentamos por vosotros ante nuestro Dios? 10 Noche y día pedimos insistentemente poder volver a ver vuestro rostro y completar las deficiencias de vuestra fe. 11 ¡Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos pongan en buen camino hacia vosotros! 12 Y a vosotros, que el Señor os colme, hasta rebosar, de amor unos con otros y para con todos, a la medida del amor que os profesamos, 13 y mantenga vuestros corazones irreprochables y santos ante Dios nuestro Padre, en la parusía de nuestro Señor Jesús, acompañado de todo su pueblo santo. |
Copyright © Serafín de Ausejo 1975.