Jeremías 24:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
9 Tan grande será mi castigo que, al verlo, todos los reinos de la tierra temblarán de miedo. La gente de los países por donde yo los disperse se burlará de ellos, los insultará y los tratará con desprecio.
9 Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a todos los lugares adonde yo los arroje.
9 Los haré objeto de horror y un símbolo de maldad para todas las naciones de la tierra. En todos los lugares donde yo los disperse, serán objetos de desprecio y de burla. Los maldecirán y se mofarán de ellos.
9 Serán motivo de espanto y de vergüenza para todos los reinos de la tierra; se reirán y se burlarán de ellos, serán como un ejemplo de maldición en todos los países adonde los echaré.
9 Los convertiré en espanto, en mal para todos los reinos de la tierra, oprobio y mal ejemplo, insulto y maldición, en todos los lugares adonde los arrojaré.
9 Los haré horror y desgracia para todos los reinos de la tierra; oprobio, proverbio, escarnio y maldición en todos los lugares adonde los habré expulsado,
”Todos ustedes, los que fueron llevados prisioneros de Jerusalén a Babilonia, ¡obedezcan de una vez por todas mi palabra! Hasta ahora no han querido obedecerme. No han hecho caso de los mensajes que, una y otra vez, les he enviado por medio de mis servidores los profetas. Por eso, yo los perseguiré con guerras, hambre y enfermedades. Al verlos, todas las naciones adonde yo los mande temblarán de miedo. ¡Ustedes serán objeto de burla y de insulto! Les juro que así será.
Y a dondequiera que nuestro Dios los lleve, la gente se sorprenderá de todo lo que les habrá pasado. Se burlarán de ustedes, y hasta chistes harán de lo que les suceda.
»Ustedes me desobedecieron. No cumplieron con su parte del pacto, pues no dejaron en libertad a los esclavos. Por eso yo declaro que voy a enviar contra ustedes guerra, enfermedad y hambre. ¡Haré que se conviertan en motivo de espanto para todas las naciones de la tierra! Recuerden que cuando hicieron el pacto conmigo, cumplieron con la ceremonia de cortar el toro en dos, y dijeron: “Así nos haga Dios si no cumplimos el pacto”. Pues ahora, como no lo cumplieron, los haré pedazos.
entonces expulsaré a Israel de la tierra que le he dado. Abandonaré el templo que había elegido para que me adoraran, y todas las naciones se burlarán de tu pueblo.
También se la di a los habitantes de Jerusalén y de las ciudades de Judá, y a sus gobernantes, para destruirlos. Sus ciudades quedaron convertidas en ruinas. Hasta el momento en que esto se escribe, esas ciudades son motivo de espanto, de burla y de insultos.
entonces expulsaré a Israel de la tierra que le he dado. Abandonaré el templo que había elegido para que me adoraran, y todas las naciones se burlarán de tu pueblo.
»Cuando sus enemigos vengan a atacarlos, ustedes ordenarán su ejército para responder al ataque, pero acabarán huyendo en desorden y serán derrotados por completo. Sus cadáveres quedarán tendidos por el suelo, y nadie podrá impedir que sean devorados por las fieras y los buitres. Al ver esto, los demás países se espantarán.
Pero llegó el momento en que Dios ya no aguantó más. Y no aguantó, por la forma en que ustedes actuaban y por las cosas asquerosas que hacían. Por eso su país se convirtió en un desierto horrible, en un montón de ruinas donde nadie vive. La ciudad es un ejemplo de maldición para todos sus vecinos. ¡Y esto es así, hasta el momento de escribir esto!
Los pocos que aún quedaban en Judá, y que insistieron en irse a vivir a Egipto, morirán en ese país. Morirán en la guerra, o se morirán de hambre. Desde el más joven hasta el más viejo, nadie quedará con vida, y entre las naciones serán objeto de odio, burlas, desprecio y maldición.
»El Dios de Israel les advierte que, así como se enfureció contra los que vivían en Jerusalén, así también se enojará contra los que se vayan a Egipto. La gente se burlará de ustedes y los atacará. ¡Nunca volverán a ver este lugar!