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Apocalipsis 18:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

9 Cuando Babilonia arda en llamas, lo lamentarán los reyes del mundo y llorarán por ella. Esos reyes, lo mismo que Babilonia, adoraron a dioses falsos y vivieron a todo lujo.

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その他のバージョン

Biblia Reina Valera 1960

9 Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Y los reyes del mundo que cometieron adulterio con ella y disfrutaron de todos sus lujos, se lamentarán por ella cuando vean el humo que sube de sus restos carbonizados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Llorarán y harán duelo por ella los reyes de la tierra que con ella se acostaban y lo pasaban bien cuando vean la humareda de su incendio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y los reyes de la tierra que fornicaron y vivieron en lujuria con ella, llorarán y se lamentarán por ella cuando vean la humareda de su incendio,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Llorarán y plañirán por ella los reyes de la tierra, los que con ella fornicaron y se entregaron al lujo, cuando vean la humareda de su incendio,

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Apocalipsis 18:9
24 相互参照  

Después volvieron a decir: «¡Que todos alaben a Dios! Pues el humo del fuego que hace arder a la gran prostituta, nunca dejará de subir.»


»En todos los países siguieron su ejemplo y adoraron dioses falsos. Lo mismo hicieron los reyes de la tierra. »Los comerciantes del mundo se hicieron ricos, pues ella les compró de todo para satisfacer sus malos deseos.»


Y al ver el humo de la ciudad en llamas, gritaron: «¡Nunca ha existido una ciudad tan poderosa como Babilonia!»


Los reyes del mundo se unieron a ella para adorar a dioses falsos, y la gente del mundo hizo lo mismo.»


»¡Alégrense ustedes los santos, que viven en el cielo, pues Dios ha destruido a la gran ciudad! ¡Alégrense ustedes los apóstoles, y ustedes los profetas, pues Dios ha castigado a Babilonia por todo el mal que les hizo!»


El humo del fuego que lo hará sufrir nunca dejará de subir, pues los que adoran al monstruo y a su estatua, y tienen la marca de su nombre, nunca dejarán de sufrir, ni de día ni de noche.»


»Ella era muy orgullosa, y le gustaba vivir con grandes lujos; ¡pues ahora háganla sufrir!, ¡dense el lujo de atormentarla! »Porque ella piensa: “Aquí me tienen, sentada en mi trono de reina. No soy viuda, y nunca sufriré.”


Babilonia caerá con tanta violencia que la tierra misma se sacudirá, y por todas las naciones se escucharán sus gritos».


Echó una mirada hacia Sodoma y Gomorra, y hacia todo el valle, y vio que del suelo se levantaba mucho humo, como si hubiera una gran hoguera.


”Ahora escúchame bien, Babilonia: tú eres una ciudad bella y poderosa, ¡eres el orgullo de tu pueblo! Pero yo soy el Dios todopoderoso, y te voy a destruir como destruí a las ciudades de Sodoma y Gomorra.


23 (22) Cuando miren nuestras tierras, no verán más que azufre, sal y tierra quemada. No podremos cultivar nuestros terrenos, pues la tierra no producirá nada, ni siquiera hierba. Será como ver la furiosa destrucción que Dios envió sobre Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím.


14 (11) y a gritos anunció: “¡Echen abajo ese árbol! Córtenle las ramas, déjenlo sin hojas, arránquenle su fruta. Que se vayan los animales que se cubren con su sombra; que se vayan los pájaros que anidan en sus ramas.


Desde hace mucho tiempo Dios tiene preparado un lugar de castigo para Asiria y para su rey. Es un lugar ancho y profundo, y tiene mucha leña. Cuando Dios sople sobre ella, la leña se encenderá como una lluvia de azufre».


10 (11) Tu pueblo verá el castigo que vas a darles, y se pondrá muy contento de poder empaparse los pies en la sangre de esos malvados.


Pero, cuando menos lo esperaba, fue derrotada y quedó destruida. ¡Lloren por ella! ¡Busquen algún remedio para su pena, a ver si recobra la salud!


”Esto que te ha sucedido hace que tiemble de miedo la gente que vive en las costas. Sus reyes están espantados; en la cara se les nota el terror.


No pongas en esa lista a las viudas de menos edad, porque más tarde quieren volver a casarse, se oponen a Cristo, y dejan de cumplir su promesa de no casarse y de trabajar en la iglesia. ¡Y Dios tendrá que castigarlas!


’Yo voy a hacer que esa mujer se enferme gravemente, y que se mueran los que obedecen sus enseñanzas y siguen creyendo en dioses falsos. Pero si ellos se arrepienten y vuelven a obedecerme, no les haré ningún daño. ’Así, todas las iglesias sabrán que yo conozco los pensamientos y deseos de todos, y que a cada uno le daré el castigo que merecen sus malas acciones.


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