Amós 8:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁴ »Escúchenme bien: Ustedes humillan a los pobres y están acabando con ellos.

その他のバージョン

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ ¡Escuchen esto, ustedes que roban al pobre y pisotean al necesitado!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ A ustedes me dirijo, explotadores del pobre, que quisieran hacer desaparecer a los humildes.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Oíd esto vosotros, los que pisoteáis al menesteroso y destruís° a los pobres de la tierra,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Escuchad esto, los que aplastáis al pobre y extermináis a los humildes del país

Amós 8:4 相互参照

Amós 5:11

ustedes humillan a los pobres y les quitan el pan de la boca al cobrarles altos impuestos. Por eso no podrán disfrutar de las lujosas casas que construyeron, ni tampoco beberán el vino de los hermosos viñedos que plantaron.

Proverbios 30:14

Hay quienes aman tanto el dinero que despojan a los pobres y a los indefensos de este mundo; les sacan hasta el último centavo, y los dejan desnudos en la calle.

Salmos 14:4

Ustedes, gente malvada, que allí están, llenos de miedo; que jamás buscan a Dios, y que se hartan de comida a costillas de mi pueblo, debieran saber esto: ¡Dios está con los buenos!

Salmos 140:12

12 (13) Dios mío, de una cosa estoy seguro: ¡tú defiendes y haces justicia a los pobres y necesitados!

Salmos 12:5

5 (6) Pero tú mismo has dicho: «La gente pobre y humilde ya no aguanta tanto maltrato; voy a entrar en acción y los pondré a salvo».

Santiago 5:6

Injustamente han acusado y matado a personas inocentes, que ni siquiera podían defenderse.

Mateo 23:13

Jesús les dijo a los fariseos y a los maestros de la Ley: «¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entran ustedes ni dejan que otros entren.

Jeremías 5:21

Escucha, pueblo tonto y estúpido, que tiene ojos pero no quiere ver, que tiene oídos pero no quiere oír.

1 Reyes 22:19

Micaías dijo: —No debiste decir eso. Ahora escucha el mensaje que Dios te envía. Yo vi a Dios sentado sobre su trono. Todos los ángeles del cielo estaban de pie, unos a la derecha y otros a la izquierda.

Amós 7:16

»Tú dices que yo no debo profetizar contra los israelitas, porque son descendientes de Isaac. Ahora escúchame tú lo que Dios me manda a decirte: “En esta misma ciudad, tu mujer se volverá prostituta, y tus hijos y tus hijas morirán atravesados por la espada. Otros se quedarán con tus tierras, tú morirás lejos de tu patria, y los israelitas serán llevados a un país muy lejano”.

Jeremías 28:15

Entonces yo le dije a Hananías: —Ahora escúchame tú, señor profeta. Tú estás haciendo que este pueblo crea en una mentira, pues Dios nunca te envió a hablarles.

Isaías 28:14

»Hombres sinvergüenzas, que gobiernan en Jerusalén: ¡escuchen bien a Dios!

Isaías 1:10

El profeta Isaías les dijo a los jefes de Israel: «Ustedes, que son tan malos como fueron los jefes de Sodoma y los habitantes de Gomorra, ¡escúchenme bien! ¡Atiendan a lo que Dios les dice!

Salmos 56:1

1 (2) Dios mío, ten compasión de mí, pues hay quienes me persiguen. A toda hora me atacan y me atormentan.

Job 24:4

Asaltan a la gente pobre, y la obligan a esconderse. Esos pobres huyen al desierto, y luego van por los campos, como burros salvajes, buscando comida para sus hijos.

Ezequiel 45:10

”Usen pesas y medidas exactas,

Amós 5:12

»Yo conozco todos sus pecados; conozco sus muchas maldades. Sé que los jueces aceptan dinero para juzgar a favor de los malvados y en contra de la gente inocente. Por eso el juicio lo ganan los ricos y lo pierden los pobres.

Miqueas 2:2

Si quieren terrenos, los invaden; si quieren casas, se adueñan de ellas; maltratan al dueño y a su familia, y con engaños los echan fuera.

Salmos 10:7

Sus palabras ofenden y lastiman; tras sus palabras esconden sus malas intenciones.

Ezequiel 22:12

Hay también quienes matan por dinero, y quienes cobran altos intereses a los que les piden dinero prestado. ¡Por maltratar así a su prójimo, se han olvidado de mí! Les juro que así es.

Zacarías 5:6

—¿De qué se trata? —pregunté. Y el ángel me explicó: —Se trata de una medida. Con ella Dios ha medido toda la maldad de este país.