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2 Corintios 4:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

8 Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma.

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その他のバージョン

Biblia Reina Valera 1960

8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Nos sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre problemas, pero no desesperados;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Nos vemos atribulados por todas partes, pero no abatidos; acorralados, pero no sin esperanza de un resquicio;

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2 Corintios 4:8
26 相互参照  

Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil.


Desde que llegamos a la región de Macedonia, no hemos descansado. Al contrario, hemos sufrido mucho. Hemos luchado contra nuestros enemigos y contra nuestro miedo.


pero Dios no permite que caigan en sus manos; y si los llevan a juicio, no permite que los condenen.


»No voy a dejarlos solos; volveré a estar con ustedes.


Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir.


En todo lo que hacemos, demostramos que somos servidores de Dios, y todo lo soportamos con paciencia. Hemos sufrido y tenido muchos problemas y necesidades. Nos han dado latigazos.


El que obedece a Dios ya tiene un poderoso protector para él y para sus hijos.


Samuel le preguntó: —Saúl, ¿por qué me llamaste? ¿Por qué no me dejas descansar? —Estoy desesperado —contestó Saúl—. Los filisteos me hacen la guerra, y Dios me ha abandonado. Ya no me responde, ni en sueños ni por medio de profetas. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.


Los hombres estuvieron a punto de apedrear a David, pues le echaban la culpa de que los amalecitas se hubieran llevado a sus mujeres y a sus hijos. Sin embargo, David confiaba en que Dios podía ayudarlo, así que se animó


Dios es como una alta torre; hacia él corren los buenos para ponerse a salvo.


Entonces Saúl le dijo a su escudero: —Saca tu espada y mátame. Hazlo antes de que vengan esos extranjeros idólatras. De lo contrario, se burlarán de mí y me rematarán. Pero su escudero tenía tanto miedo que no se atrevió a matarlo. Entonces Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.


«Hemos pasado muchas angustias desde nuestra juventud, pero no han podido vencernos.


pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse».


Aunque no den higos las higueras, ni den uvas las viñas ni aceitunas los olivos; aunque no haya en nuestros campos nada que cosechar; aunque no tengamos vacas ni ovejas,


Nosotros los amamos mucho, pero ustedes no nos corresponden con el mismo amor.


¡Cómo quisiera estar con ustedes en este momento, para hablarles de otra manera! ¡Estoy muy confundido, y no sé cómo tratarlos!


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