Génesis 32:26 - La Biblia Textual 3a Edicion

²⁶ Entonces dijo:° Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Più versioni

Biblia Reina Valera 1960

²⁶ Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁶ Luego el hombre le dijo: —¡Déjame ir, pues ya amanece! —No te dejaré ir a menos que me bendigas —le dijo Jacob.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁶ Este, viendo que no lo podía vencer, tocó a Jacob en la ingle, y se dislocó la cadera de Jacob mientras luchaba con él.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁶ pero viendo que no podía dominarle, le tocó en la articulación del muslo. Entonces la articulación del muslo de Jacob se dislocó mientras luchaba contra él.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁶ Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Génesis 32:26 Riferimenti Incrociati

Génesis 32:25

Pero viendo° que no podía con él, le atacó el encaje de su muslo, y se le descoyuntó el muslo a Jacob mientras luchaba con él.

Génesis 32:27

Y le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.

1 Crónicas 4:10

E invocó Jabes al Dios de Israel diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras del mal, para que no me dañe! Y ’Elohim le concedió lo que había pedido.

Salmos 67:1

Al director del coro. En Neguinot. Salmo. Cántico. ’Elohim tenga misericordia de nosotros y nos bendiga, Haga resplandecer su rostro sobre nosotros, Selah

Éxodo 32:10

Deja ahora que se encienda mi ira contra ellos, y los consumiré, y haré de ti una nación grande.

Cantares 3:4

Apenas los había pasado, Hallé al que ama mi alma, Me prendí de él y no quise soltarlo, Hasta que lo introduje en la casa de mi madre, En la alcoba de la que me concibió.

Cantares 7:5

Tu cabeza se yergue como el Carmelo, Y tu cabellera es como la púrpura, ¡El rey está cautivo en tus trenzas!

Isaías 45:11

Así dice YHVH, el Santo de Israel, su Formador: ¿Me pediréis cuenta de mis hijos, Me daréis órdenes de la obra de mis manos?

Isaías 64:7

No hay quien invoque tu Nombre, Ni se afane para asirse de ti, Pues ocultaste tu rostro de nosotros, Y nos entregaste en poder de nuestra culpa.

Oseas 12:4

Luchó con el ángel y prevaleció; lloró, y alcanzó misericordia. En Bet-’El lo encontró, y allí habló con nosotros.

Romanos 8:37

Al contrario, en todas estas cosas somos más que victoriosos por medio del que nos amó.

1 Corintios 15:58

Así que, mis hermanos amados, estad firmes, inconmovibles, abundando en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.

Deuteronomio 9:14

¡Deja que los destruya y borre su nombre de debajo de los cielos, y haré de ti una nación más fuerte y numerosa que ellos!

Hebreos 5:7

Quien en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte,° fue oído a causa de su sumisión.