3 Fueron a preguntar a los sacerdotes del Templo del Dios Todopoderoso y a los profetas: “¿Debo seguir de luto y ayuno en el quinto mes como lo he hecho por muchos años?”
3 y a hablar a los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años?
3 Les encargaron hacer la siguiente pregunta a los profetas y a los sacerdotes del templo del Señor de los Ejércitos Celestiales: «¿Debemos continuar de luto y ayuno cada verano en el aniversario de la destrucción del templo, como lo hemos estado haciendo durante muchos años?».
3 e hicieran a los sacerdotes de su Templo y a los profetas esta consulta: '¿Debemos continuar con ayunos y penitencias en el mes de julio, como hasta ahora lo hemos hecho?'
3 y a hablar a los sacerdotes que estaban en la Casa de YHVH Sebaot, y a los profetas, diciendo: ¿Debo seguir llorando en el mes quinto, separándome como lo hice tantos años?
3 y preguntar a los sacerdotes del templo de Yahveh Sebaot y a los profetas lo siguiente: '¿Debo hacer duelo y guardar abstinencia el quinto mes, como lo he hecho durante tantos años?'.
Cuando los constructores pusieron los cimientos del Templo del Señor, los sacerdotes vestidos con sus ropas especiales y portando trompetas, y los levitas (los hijos de Asaf) portando címbalos, todos ocuparon sus lugares para alabar al Señor, siguiendo las instrucciones dadas por el rey David de Israel.
“Mi pueblo está muriendo porque no me conoce. Y como se niegan a conocerme, yo los aborrezco a ustedes como mis sacerdotes. Así como han olvidado mis enseñanzas, yo me olvidaré de sus hijos.
Que los sacerdotes, los ministros del Señor lloren entre el atrio y el altar del Templo. Que digan: “Señor, ten piedad de tu pueblo, y no dejes que caiga desgracia sobre tu heredad, gobernada por naciones paganas, a fin de que el pueblo de estas naciones pregunte: ‘¿Dónde está su Dios?’”
Dile a todos en la nación y a los sacerdotes: Cuando ayunaban y guardaban luto en el quinto y el séptimo mes durante estos setenta años, ¿lo hacían por mi?
Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso: Los ayunos que hacen el cuarto, quinto, séptimo y décimo mes serán tiempos de alegría y regocijo para el pueblo de Judá. Y habrá fiestas de celebración. Pero amen la verdad y la paz.
“¿Acaso los invitados a la boda lloran cuando el novio está con ellos?” respondió Jesús. “Pero viene el tiempo cuando el novio ya no estará y entonces ayunarán.
De manera que no se priven el uno del otro, excepto por mutuo acuerdo, por un tiempo, por ejemplo, si quieren dedicar un tiempo a la oración. Después, vuelvan a estar juntos para que Satanás no los tiente a pecar por causa de su falta de dominio propio.