Salmos 71:9 - Versión Biblia Libre

⁹ No me rechaces ahora que estoy envejeciendo. Cuando mi fuerza se acabe, por favor, no me abandones.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁹ No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado; no me abandones cuando me faltan las fuerzas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ No me despidas ahora que soy viejo, no te alejes cuando mis fuerzas me abandonan.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ No me deseches en el tiempo de la vejez, Ni me desampares cuando se agote mi vigor.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ No me arrojes, llegado a la vejez, ni al faltarme las fuerzas me abandones,

Salmos 71:9 Referans Kwoze

2 Samuel 19:35

“Ya tengo ochenta años. Ya no disfruto de nada. No puedo saborear lo que como o bebo. No puedo oír cuando la gente canta. No tiene sentido que yo, tu siervo, sea otra carga para tu majestad.

Salmos 71:18

Aunque estoy viejo y lleno de cabellos blancos, por favor, no me abandones. Déjame contarle a la nueva generación sobre tu poder. Déjame decirle a todos los que vienen sobre las grandes cosas que tú haces.

Salmos 73:26

Mi cuerpo y mi mente podrás fallar, pero Dios es el fundamento de mi vida. Él es mío para siempre!

Salmos 90:10

Vivimos por setenta años, ochenta si tenemos la fuerza. Pero incluso en el mejor momento de la vida, todo lo que tenemos son dificultades y sufrimiento. Pronto nuestras vidas llegan a su fin y nos hemos ido.

Isaías 46:4

Incluso cuando sean ancianos, seguiré siendo vuestro Dios; incluso cuando su cabello se vuelva blanco, seguiré sustentándolos. Yo los hice, los llevaré, los sostendré y los salvaré.

2 Timoteo 1:12

Esa también es una razón por la cual sufro todas estas cosas, pero no me avergüenzo, porque sé en quién he confiado. Estoy seguro de que él puede cuidar de lo que le he confiado hasta el Día de su regreso.

2 Timoteo 4:18

El Señor me rescatará de todas las cosas malas que me han hecho, y me llevará salvo a su reino. Porque suya es la gloria por siempre y para siempre. Amén.