Salmos 68:2 - Versión Biblia Libre

² Sóplalos y disípalos como si fueran solo humo; derrítelos como la cera en el fuego. Que los malvados mueran ante la presencia de Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Como es lanzado el humo, los lanzarás; Como se derrite la cera delante del fuego, Así perecerán los impíos delante de Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Sóplalos y disípalos como si fueran humo; derrítelos como la cera en el fuego. Que los malvados perezcan en la presencia de Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Como humo al viento, así tú los disipas, como cera en el fuego se deshacen.

La Biblia Textual 3a Edicion

² ¡Disípense como se disipa el humo! Como la cera se derrite ante el fuego, Así perezcan los malvados ante la presencia de Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Se levanta el Señor, y sus enemigos se dispersan, sus adversarios huyen ante su presencia.

Salmos 68:2 Referans Kwoze

2 Samuel 10:13

Joab atacó con sus fuerzas a los arameos y éstos huyeron de él.

2 Samuel 10:18

Pero el ejército arameo huyó de los israelitas, y David mató a 700 aurigas y a 40.000 soldados de infantería. También atacó a Sobac, el comandante de su ejército, y allí murió.

Salmos 22:14

Siento que soy vertido como agua. Me desplomo como si todos mis huesos se hubieran aflojado. Mi corazón es como cera que se derrite dentro de mí.

Salmos 37:20

Pero los malos morirán. Los enemigos del Señor son como las flores en el que campo que se desvanecen como el humo.

Salmos 76:7

Todos te temen. ¿Quién podría mantenerse en pie ante tu ira?

Salmos 80:16

Nosotros, tu vid, hemos sido talados y quemados. Ojalá todos los que hicieron esto mueran cuando los mires.

Salmos 97:5

Las montañas se derriten como cera en la presencia del Señor, ante el Señor de toda la tierra.

Isaías 33:3

Cuando ruges, los pueblos huyen; cuando te preparas para la acción, las naciones se dispersan.

Isaías 64:2

De la misma manera que el fuego quema la madera y hace hervir el agua, ¡haz que tu reputación sea conocida por tus enemigos, para que las naciones tiemblen en tu presencia!

Isaías 9:18

Porque la maldad arde como un fuego, quemando zarzas y espinas, incendiando el bosque y enviando una columna de humo que se eleva.

Jeremías 46:15

¿Por qué huyó Apis, tu dios toro? No pudo mantenerse en pie porque el Señor lo derribó.

Oseas 13:3

Por ello, serán como la niebla de la mañana, como el rocío de la madrugada, como la paja de la era que se lleva el viento, como el humo de una chimenea.

Miqueas 1:4

Las montañas se derriten bajo sus pies y los valles se resquebrajan, tal como la cera ante el fuego y el agua que se corta por una pendiente. Todo esto sucede por la rebelión de los descendientes de Jacob, y los pecados del pueblo de Israel.

Números 10:35

Cada vez que el Arca avanzaba, Moisés gritaba: “Levántate, Señor, y que tus enemigos se dispersen, y que los que te odian huyan de ti”.