Salmos 48:1 - Versión Biblia Libre

¹ ¡El Señor es supremo! Merece la alabanza en la ciudad santa de nuestro Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ ¡Qué grande es el Señor, cuán digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, situada sobre su monte santo!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Grande es el Señor y muy digno de alabanzas, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Cántico. Salmo de los hijos de Coré. ¡Grande es YHVH, y digno de ser alabado en gran manera En la ciudad de nuestro Dios, en su santo monte,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Canto. Salmo. De los hijos de Coré.

Salmos 48:1 Referans Kwoze

Nehemías 9:5

Entonces los levitas anunciaron: “Pónganse de pie y alaben al Señor, su Dios, que vive eternamente: ‘Que sean bendecidos quienes son y su gloria, y que sean elevados por encima de toda bendición y alabanza’”. (Los nombres de los levitas eran Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabneías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías).

Salmos 145:3

¡El Señor es grande y es digno de suprema alabanza! ¡Su grandeza no se puede medir!

Salmos 147:5

¡Cuán grande es nuestro Señor! ¡Su poder es inmenso! ¡Su conocimiento es infinito!

Salmos 2:6

“Yo soy quien puso a mi rey en Sión, mi monte sagrado”.

Salmos 30:1

Quiero decirle a todos cuán bueno eres, Señor, porque me salvaste, y no dejaste que mis enemigos triunfaran sobre mí.

Salmos 42:1

Como el ciervo brama por las aguas mansas, así mi alma tiene sed de ti, Dios.

Salmos 46:1

Dios es nuestra protección y nuestra fuerza; siempre listo para ayudar cuando vienen los problemas.

Salmos 46:4

Un río fluye para traer felicidad a los que viven en la ciudad de Dios, la ciudad santa donde vive el Altísimo.

Salmos 47:8

Dios gobierna sobre las naciones; se sienta sobre su santo trono.

Salmos 65:1

Dios, tú mereces ser alabado y en Sión cumpliremos las promesas que te hemos hecho.

Salmos 78:68

En su lugar eligió a la tribu de Judá y al Monte de Sión, al cual amaba.

Salmos 86:10

¡Porque tú eres grande, y haces grandes cosas! Solo tú eres Dios.

Salmos 87:1

El Señor fundó la ciudad en su monte santo.

Salmos 87:3

¡Muchas cosas maravillosas te son dichas, ciudad de Dios! Selah.

Salmos 96:4

¡Porque el Señor es grande, y merece la mejor alabanza! Merece el respeto y el temor sobre todos los dioses.

Salmos 99:9

Honren al Señor, y alábenlo en su monte santo. ¡Porque el Señor, nuestro Dios, es santo!

Isaías 27:13

En ese momento sonará una fuerte trompeta, y los que estaban muriendo en Asiria regresarán junto con los exiliados en Egipto. Vendrán a adorar al Señor en el monte santo de Jerusalén.

Jeremías 31:23

Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Cuando los traiga de vuelta a casa desde el exilio, volverán a decir en la tierra de Judá y en sus ciudades “Que el Señor te bendiga, monte santo de Jerusalén, hogar de lo bueno y lo justo.

Abdías 1:17

Pero en el Monte de Sión habrá un lugar de escape, un lugar santo, y los descendientes de Jacob reclamarán su herencia.

Miqueas 4:1

En los últimos días, la montaña donde se erige el Templo del Señor será conocida como la más alta de las montañas que sobresale entre las otras colinas. Multitudes de personas viajarán a ella.

Zacarías 8:3

Esto es lo que dice el Señor: Yo le regresado a Sión, y viviré en Jerusalén. Entonces a Jerusalén se le llamará la “Ciudad Fiel”, y a la montaña del Señor Todopoderoso se le llamará el “Santo Monte”.

Mateo 24:15

Así que cuando vean el ‘mal que profana’ en el lugar santo del cual habló el profeta Daniel (los que leen esto, por favor, examínenlo cuidadosamente),

Hebreos 12:22

Pero ustedes han llegado al Monte de Sión, la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, con sus miles y miles de ángeles.

Apocalipsis 19:5

Y se escuchó una voz que provenía desde el trono, y dijo: “Alaben a nuestro Dios, todos los que le sirven y lo respetan, desde el más pequeño hasta el más grande”.

Apocalipsis 21:2

Y vi la santa ciudad, Nueva Jerusalén, descendiendo desde el cielo de Dios, preparada como una novia, embellecida para su esposo.