Salmos 38:2 - Versión Biblia Libre

² Tus flechas me han atravesado, tus manos han caído sobre mí.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Tus flechas me han herido muy adentro y tus golpes me aplastan.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Pues tus flechas en mí se han clavado, y tu mano se ha cargado sobre mí.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Porque tus saetas se han clavado en mí, Y tu mano ha descendido sobre mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Ah Señor, no me acuses en tu ira y en tu furor no me reprendas.

Salmos 38:2 Referans Kwoze

Job 6:4

Porque las flechas del Todopoderoso están en mí; su veneno mina mi espíritu. Los terrores de Dios están alineados contra mí.

Salmos 21:12

Se volverán y huirán de ti cuando vean tus flechas de fuego sobre ellos.

Salmos 32:4

Me venciste de día y de noche, mi fuerza se secó como en el calor del verano. Selah.

Salmos 6:2

Ten misericordia de mi, Señor, pique estoy débil; sáname, Señor, porque estoy enfermo hasta los huesos.

Salmos 64:7

Pero Dios les disparará con flechas, y repentinamente caerán heridos.

Lamentaciones 3:12

Cargó su arco con una flecha y me usó como blanco,

Deuteronomio 2:15

De hecho, el Señor trabajó contra ellos para sacarlos del campamento, hasta que todos murieron.

Rut 1:13

¿esperarían a que crecieran? ¿Decidirían que no van a casarse con nadie más? No. Toda esta situación es más amarga para mí que para ustedes, ¡pues el Señor se ha vuelto contra mí!”

1 Samuel 5:11

Así que mandaron llamar a todos los gobernantes filisteos y les dijeron: “Que el Arca del Dios de Israel se vaya, vuelva al lugar de donde vino, porque si no nos va a matar a nosotros y a nuestro pueblo”. La gente moría en toda la ciudad, creando un pánico terrible, pues el castigo de Dios era muy duro.

1 Samuel 5:6

El Señor castigó a los habitantes de Asdod y sus alrededores, devastándolos y plagándolos de hinchazones.

1 Samuel 6:9

pero no dejen de vigilarla. Si sube por el camino hacia su patria, hacia Bet-Semes, entonces es el Señor quien nos ha causado todo este terrible problema. Pero si no lo hace, entonces sabremos que no fue él quien nos castigó, sino que nos ocurrió por casualidad”.