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Salmos 26:1 - Versión Biblia Libre

1 ¡El Señor es mi luz y mi salvación! ¿Quién podrá asustarme? ¡El Señor es la fortaleza de mi vida! ¿De quién he de sentirme aterrorizado?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Declárame inocente, oh Señor, porque he actuado con integridad; he confiado en el Señor sin vacilar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Júzgame, Señor, y ve que seguí la senda de los perfectos. En el Señor me apoyaba y por eso no me desviaba.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 De David. Hazme justicia, oh YHVH, porque en mi integridad he andado, Y en YHVH confié sin titubear.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 De David. Hazme, Señor, justicia, que mi conducta es pura: confío en el Señor, no habré de resbalar.

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Salmos 26:1
30 Referans Kwoze  

“Por favor, recuerda Señor cómo te he seguido fielmente con todo mi corazón. He hecho lo que es bueno a tus ojos”. Entonces Ezequías gritó y lloró.


“¿Te has fijado en mi siervo Job?” , le preguntó el Señor. “No hay nadie como él en la tierra, un hombre íntegro que hace lo correcto, que respeta a Dios y evita el mal. Y él ha mantenido su integridad, aunque tú querías que lo perjudicara sin motivo”.


¿No fue tu reverencia a Dios lo que te dio confianza y tu integridad lo que te dio esperanza?


Él no te dejará caer; Él, que cuida de ti no caerá dormido.


Aquellos que viven sin falta y hacen lo correcto. Aquellos que dicen la verdad con sinceridad.


Porque el rey confía en el Señor; se mantiene firme por el amor inefable del altísimo.


Confío en ti, Dios mío. No dejes que sea humillado, y no dejes que mis enemigos triunfen sobre mí.


Que la integridad y la honestidad me defiendan, porque puse mi confianza en ti.


Porque yo no hago eso, yo actúo con integridad. ¡Sálvame, y ten gracia conmigo!


El Señor es mi fuerza y mi refugio. Confío en él y él me ayuda. Mi corazón está lleno de alegría, y canto mis agradecimientos hacia él.


Pero pongo mi confianza en ti, Señor, diciendo, “¡Tú eres mi Dios!”


Reivindícame, mi Señor y mi Dios, porque tú eres justo y correcto. No dejes que se burlen de mí.


La ley de Dios vive en sus corazones, de tal forma que nunca se apartarán de este camino.


Ofrezcan sacrificios con la actitud correcta. Confíen en el Señor.


Dios, ¡Por favor reivindícame! Aboga por mi caso contra una nación infiel; sálvame de esa gente malvada y deshonesta.


¡Sálvame! ¡Oh, Dios! Por tu carácter, por favor ¡Sálvame! ¡Reivindícame por tu poder!


Él es el que me protege y me salva. Él me mantiene a salvo y por ello nunca estaré en peligro.


Él es mi protector y salvador. Me guarda y por ello nunca estaré en peligro.


El Señor juzga a todos los pueblos. Defiéndeme, Señor, conforme a mi rectitud e integridad.


Grité, “¡Mi pie resbala!” y tu gran amor, Señor, me impidió caer.


El pueblo de Dios vive con honestidad. ¡Cuán felices son sus hijos si siguen tal ejemplo!


El temor a la gente es una trampa. Pero si confías en el Señor estarás a salvo.


Nos enorgullecemos en el hecho—y nuestra conciencia lo confirma—de que hemos actuado de manera apropiada con las personas, especialmente con ustedes. Hemos seguido los principios de Dios de santidad y sinceridad, no conforme a la sabiduría mundanal, sino por la gracia de Dios.


Así que aferrémonos a la esperanza de la cual les hablamos a otros, y sin dudar, porque el Dios que prometió es fiel.


Por la fe de ustedes en él, Dios los protegerá con su poder hasta que venga la salvación. La salvación que está lista para ser revelada en el último día.


Así que, hermanos y hermanas, estén todos cada vez más determinados a ser verdaderamente los “llamados y escogidos”. Y si hacen esto, nunca caerán.


“Él cuidará de los que confían en él, pero los malvados se desvanecen en las tinieblas, pues el hombre no puede triunfar por sus propias fuerzas.


Que el Señor decida y elija entre tú y yo. Que preste atención a mi caso y lo apoye; que me salve de ti”.


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