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Salmos 103:3 - Versión Biblia Libre

3 Él perdona mis pecados, y cura todas mis enfermedades.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El perdona todas tus ofensas y te cura de todas tus dolencias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Él perdona del todo tus pecados y te sana de todas tus dolencias;

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Salmos 103:3
27 Referans Kwoze  

Entonces David le dijo a Natán: “He pecado contra el Señor”. “El Señor ha perdonado tus pecados. No vas a morir”, respondió Natán.


Pero tú eres un Dios perdonador y por eso debes ser respetado.


Él redimirá a Israel de todos sus pecados.


Él sana a los de corazón quebrantado, y venda las heridas.


Señor, mi Dios, te pedí ayuda, y me has sanado.


“Está maldito con una enfermedad horrible” dicen. “¡Ahora está postrado en cama y nunca se recuperará!”


Porque tú, Señor, eres bueno; tú eres perdonador y amoroso con todos los que vienen a ti.


Les dijo: “Si prestan atención a lo que dice el Señor su Dios, hagan lo que es correcto ante sus ojos, obedezcan sus órdenes y cumplan todos sus reglamentos, entonces no les haré sufrir ninguna de las enfermedades que les di a los egipcios porque yo soy el Señor que los sana”.


Sigo mostrando mi amor fiel a miles de personas, perdonando la culpa, la rebelión y el pecado. Pero no dejaré a los culpables impunes, el impacto del pecado afectará no sólo a los padres, sino también a sus hijos y nietos, hasta la tercera y cuarta generación”.


Nadie en Israel dirá: “Estoy enfermo”, y a los que viven allí se les quitará la culpa.


Definitivamente fue por mi bien que pasé por esta amarga experiencia. Tú, en tu amor, me has salvado del pozo de la destrucción y has perdonado todos mis pecados.


Yo, sí, soy el Dios que borra tus pecados por ser quien soy, y que ya no se acuerda de tus pecados.


Pero fue herido por nuestros actos rebeldes, fue aplastado por nuestra culpa. Experimentó la disciplina que nos trae la paz, y sus heridas nos curan.


Sáname, Señor, y seré curado; sálvame, y seré salvado, porque a ti te alabo.


Moisés clamó al Señor: “¡Dios, por favor, cúrala!”


Cuando Jesús vio la confianza que tuvieron estos hombres, le dijo al hombre paralítico: “Amigo, tus pecados están perdonados”.


A través de él obtenemos la salvación mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, como resultado de su preciosa gracia


Porque tal oración, con fe, sanará a los enfermos, y el Señor los hará estar bien. Y si ha cometido pecados, le serán perdonados.


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