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Romanos 1:3 - Versión Biblia Libre

3 La buena noticia es sobre su Hijo, cuyo antepasado fue David,

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Biblia Reina Valera 1960

3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 La Buena Noticia trata de su Hijo. En su vida terrenal, él fue descendiente del rey David,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 se refiere a su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesús el Mesías, del linaje de David según la carne,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 acerca de su Hijo -nacido del linaje de David según la carne;

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Romanos 1:3
66 Referans Kwoze  

Me aseguraré de que tú y tus hijos, así como la mujer y sus hijos sean enemigos. Uno de sus hijos aplastará tu cabeza, y tú herirás su talón”.


“Yo proclamaré el decreto del Señor”, dice el rey. “Él me dijo: ‘Tú eres mi hijo. Hoy me he convertido en tu padre.


tampoco puedo rechazar a los descendientes de Jacob y de mi siervo David, y no puedo dejar de hacer que sus descendientes sean gobernantes sobre los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Los haré volver del exilio y seré benévolo con ellos.


Ese día yo restauraré el reino caído de David. Repararé las brechas en sus muros, reconstruiré las ruinas, y quedará como antes.


Este libro es el registro de Jesús el Mesías, Hijo de David, Hijo de Abraham, comenzando con el linaje de su familia:


y Jacob fue el padre de José, quien fue el esposo de María, de quien nació Jesus, el que es llamado el Mesías.


e Isaí el padre del Rey David. David fue el padre de Salomón (su madre había sido la esposa de Urías);


Todas las multitudes estaban asombradas, y preguntaban, “¿Será que este es el hijo de David?”


Una mujer cananea de ese lugar vino gritando: “¡Señor, Hijo de David! ¡Por favor, ten misericordia de mi, pues mi hija sufre grandemente porque está poseída por un demonio!”


Pero Jesús se quedó en silencio. El sumo sacerdote le dijo a Jesús: “En nombre del Dios vivo, te coloco bajo juramento. Dinos si eres el Mesías, el Hijo de Dios”.


Él cree en Dios con tanta seguridad, —pues entonces que Dios lo rescate si lo quiere, pues él decía ‘yo soy el Hijo de Dios’”.


Entonces una voz desde el cielo dijo: “este es mi hijo a quien amo, el cual me complace”.


Al seguir Jesús su camino, dos hombres ciegos lo seguían y le gritaban: “¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!”


“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá. El bebé que va a nacer es santo, y será llamado el Hijo de Dios.


Nos ha dado un gran Salvador del linaje de su siervo David,


La Palabra se volvió humana y vivió entre nosotros, y nosotros vimos su gloria, la gloria del único hijo del Padre, lleno de gracia y verdad.


Yo lo vi, y declaro que este es el Hijo de Dios”.


“¡Rabí, tu eres el Hijo de Dios, el rey de Israel!” exclamó Natanael.


Yo y el Padre somos uno”.


Entonces, ¿por qué están diciendo ustedes que aquél a quien Dios apartó y envió al mundo está blasfemando, porque dije ‘yo soy el Hijo de Dios’?


“¡Mi señor y mi Dios!” respondió Tomás.


Pero estas cosas están escritas aquí para que ustedes puedan creer que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y que al creer en quien él es, ustedes tengan vida.


“Les digo la verdad: Se acerca el tempo—de hecho, ya está aquí—cuando los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios; y los que le escuchen, vivirán.


¿Acaso no dice la Escritura que el Mesías viene del linaje de David y de la casa de David en Belén?”


Pero él era un profeta, y sabía que Dios había prometido bajo juramento poner en su trono a uno de sus descendientes.


El Dios de Abraham, Isaac, y Jacob—el Dios de nuestros antepasados—ha glorificado a Jesús, su siervo. Él fue al que ustedes traicionaron y rechazaron en presencia de Pilato, incluso después de que Pilato había decidido soltarlo.


A medida que continuaban el camino, llegaron a un lugar donde había agua. Entonces el eunuco dijo: “Mira, aquí hay agua, ¿por qué no me bautizas?”


Entonces comenzó de inmediato a predicar en las sinagogas, diciendo: “Jesús es el Hijo de Dios”.


Siempre estoy orando por ustedes, tal como Dios mismo puede confirmarlo, el Dios al cual sirvo con todo mi corazón al compartir la buena noticia de su Hijo.


Miremos el ejemplo de Abraham. Desde la perspectiva humana, él es el padre de nuestra nación. Preguntemos: “¿Cuál fue su experiencia?”


por mi propio pueblo, por mis hermanos y hermanas. Preferiría yo mismo ser maldecido, estar separado de Cristo, si eso pudiera ayudarlos.


Ellos son nuestros antepasados, ancestros de Cristo, humanamente hablando, de Aquél que gobierna sobre todo, el Dios bendito por la eternidad. Amén.


Dios es fiel, y fue quien los llamó a compartir en hermandad con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.


Miren al pueblo de Israel. ¿Acaso los que comen los sacrificios hechos en el altar no lo hacen juntos?


Pero en el momento apropiado Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido bajo el gobierno de la ley,


mientras aguardan la venida de su Hijo, Jesús, al que Dios levantó de los muertos, y quien nos salvará del juicio que está por venir.


Pues hay un Dios, y un mediador entre Dios y la humanidad, el hombre Cristo Jesús.


No hay duda alguna sobre ello: la verdad revelada sobre Dios es asombrosa. Él se nos fue dado a conocer en forma humana, fue vindicado por el Espíritu, visto por ángeles, declarado a las naciones, creído por el mundo, y recibido en gloria.


Fija tu mente en Jesucristo, descendiente de David, que fue levantado de los muertos. Esta es mi buena noticia


Los que hemos visto y oído eso mismo les contamos, para que también puedan participar de esta amistad junto a nosotros. Esta amistad con el Padre y su Hijo Jesucristo.


Y esto es lo que él manda: que debemos confiar en el nombre de su Hijo Jesucristo, y amarnos unos a otros, así como él nos mandó.


Los que pecan son del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. Por eso vino el Hijo de Dios, para destruir lo que el diablo ha hecho.


Dios vive en todos los que declaran que Jesús es el Hijo de Dios, y ellos viven en Dios.


Todo el que cree que Jesús es el Cristo nacido de Dios, y el que ama al Padre también ama a su hijo.


También sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha ayudado a entender, para que podamos reconocer al que es verdadero. Vivimos en él, que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios, y es vida eterna.


¿Quién puede vencer al mundo? Solo los que creen en Jesús, creyendo que él es el Hijo de Dios.


Te digo estas cosas porque han salido muchos engañadores al mundo. Personas que no aceptan que Jesucristo ha venido como ser humano. Y cualquiera que sea así es un engañador y anticristo.


“Escribe esto al ángel de la iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el Hijo de Dios, el que tiene ojos como fuego ardiente y pies como metal refinado.


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