Rizpa, hija de Aja, tomó un poco de tela de silicio y la extendió para sí misma sobre una roca. Desde el comienzo de la cosecha hasta el momento en que llegaron las lluvias y se derramaron sobre los cuerpos, ella mantenía alejados a los pájaros durante el día y a los animales salvajes durante la noche.
Un hijo honra a su padre, y un siervo respeta a su amo. Si yo soy su padre, ¿dónde está mi honra? Si soy su amo, ¿dónde está el respeto que me merezco? dice el Señor Todopoderoso entre tus sacerdotes que han mostrado desprecio por mi. Pero tú preguntas: “¿Cómo hemos mostrado desprecio por ti?”