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Proverbios 29:5 - Versión Biblia Libre

5 Los que adulan a sus amigos ponen una trampa para hacerlos caer.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 El hombre que lisonjea a su prójimo, Red tiende delante de sus pasos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Adular a un amigo es tenderle una trampa para los pies.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Adular a su prójimo es tenderle una red bajo sus pies.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 El hombre que adula a su prójimo, Le tiende una red a sus pasos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 El hombre que adula a su prójimo le tiende una red a sus pasos.

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Proverbios 29:5
18 Referans Kwoze  

Traicionan a los amigos para beneficiarse ellos mismos y sus hijos sufren por ello.


Todos le mienten a su prójimo. Los halagan con elogios. Pero no dicen lo que en realidad piensan.


Ellos son tan maravillosos ante sus propios ojos que no pueden ver sus pecados ni hacer algo al respecto.


No se puede confiar en nada de lo que ellos dicen, pues su deseo es destruir. Su garganta es como una tumba abierta, y sus lenguas están llenas de adulación.


De nada sirve ponerle una trampa a las aves si ellas la pueden ver.


El chismoso anda de aquí para allá revelando secretos. Aléjate de aquellos que hablan mucho.


Si mientes, muestras odio por las víctimas de tus mentiras. Si halagas a las personas, causarás desastre.


La crítica honesta es de mayor estima que la adulación.


Así lo convenció con sus palabras, y lo sedujo con su hablar.


Ellas te protegerán de la mujer inmoral, y de la prostituta que viene a ti con palabras seductoras.


Envió fuego del cielo que destruyó mis huesos. Extendió una red para atrapar mis pies y me hizo tropezar. Me abandonó, dejándome enferma todo el día.


“¡Escuchen esto, sacerdotes! ¡Presta atención, casa de Israel! ¡Escuchen, miembros de la failia real!


Estas personas no sirven a Cristo nuestro Señor sino a sus propios apetitos, y con su forma de hablar lisonjera y palabras agradables engañan las mentes de las personas desprevenidas.


Como saben, nunca usamos palabras de adulación. Ni estuvimos encubriendo ninguna actitud codiciosa o egoísta, pues Dios es nuestro testigo.


Los sirvientes de Saúl hablaron en privado con David, pero él respondió: “¿Creen que no es nada hacerse yerno del rey? Soy un hombre pobre y no soy importante”.


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