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Proverbios 29:18 - Versión Biblia Libre

18 Sin la revelación de Dios el pueblo se descontrola; pero los que guardan la ley son felices.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Cuando la gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley es alegre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Si no hay visiones el pueblo vive sin freno; ¡feliz el que observa la Ley!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Donde no hay visión profética, el pueblo se desenfrena, Pero, ¡cuán bienaventurado es el que guarda la Ley!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Sin visión, el pueblo se relaja; si observa la ley, vivirá feliz.

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Proverbios 29:18
21 Referans Kwoze  

El Señor había hecho caer a Judá porque Acaz, rey de Israel, estaba fuera de control en Judá, pecando terriblemente contra el Señor.


Felices son esos que tratan a la gente de forma justa, quienes siempre hacen lo correcto.


Felices son los que hacen lo recto y siguen las enseñanzas del Señor.


Felices los que guardan sus mandamientos y con sinceridad desean seguirle.


Ellos también aconsejan a tus siervos. Soy ricamente recompensando al guardarlos.


Ya no vemos ninguna de tus señales. No ha quedado ni un profeta, y ninguno entre nosotros sabe hasta cuándo durará esto.


Moisés vio al pueblo enloqueciendo completamente porque Aarón lo había permitido, y que esto les había traído el ridículo de sus enemigos.


Guarda los mandamientos y vivirás. Recházalos y morirás.


Un siervo no puede ser disciplinado solo con palabras; aunque entienden, no siguen la instrucción.


“Ahora, hijos míos, escúchenme, porque los que siguen mis caminos son felices.


“Mi pueblo está muriendo porque no me conoce. Y como se niegan a conocerme, yo los aborrezco a ustedes como mis sacerdotes. Así como han olvidado mis enseñanzas, yo me olvidaré de sus hijos.


Cuando veía las multitudes, Jesús sentía gran compasión por ellos, porque estaban atribulados y desamparados, como ovejas sin pastor.


Pero Jesús dijo: “Más benditos aún son los que oyen la palabra de Dios y siguen sus enseñanzas”.


Ahora que ustedes entienden estas cosas, serán benditos si las hacen.


Pero si miran la ley perfecta de la libertad, y la siguen, no como quien solo escucha y olvida, sino como quien la pone en práctica, entonces serán bendecidos en lo que hagan.


Benditos los que lavan sus túnicas para tener derecho al árbol de la vida, y para poder entrar a la ciudad por las puertas.


El niño Samuel servía ante el Señor bajo la supervisión de Elí. En aquella época no se escuchaba un mensaje del Señor con frecuencia, y las visiones no eran comunes.


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