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Oseas 9:4 - Versión Biblia Libre

4 Tú no podrás traer inguna ofrenda de vino al Señor. Ninguno de tus sacrificios le complacerá. Tus sacrificios serán como la comida de quien guarda luto: todos los que comen estarán impuros. Ustedes mismos comerán esta comida, pero no entrarán en la casa del Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

4 No harán libaciones a Jehová, ni sus sacrificios le serán gratos; como pan de enlutados les serán a ellos; todos los que coman de él serán inmundos. Será, pues, el pan de ellos para sí mismos; ese pan no entrará en la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Allí no presentarás ofrendas de vino al Señor, y ninguno de tus sacrificios le agradará. Serás inmundo como el alimento tocado por una persona que está de luto. Todo el que presente tales sacrificios quedará contaminado. Ellos mismos podrán comer esta comida, pero no podrán ofrecerla al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Ya no derramarán más vino en homenaje a Yavé, ni le ofrecerán más sacrificios. Su pan será como el pan que se sirve en un velorio, que deja impuros a todos los que lo comen. Su pan será sólo para ellos, pues no podrán llevarlo a la Casa de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 No ofrecerán a YHVH libaciones de vino, Ni sus holocaustos le serán aceptos; Serán para ellos como pan de duelo, todos los que coman quedarán impuros.° Su pan les quitará el hambre,° Pero no entrará en la Casa de YHVH.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No ofrecerán libaciones de vino a Yahveh ni a él le gustarán sus sacrificios. Como pan de duelo será su pan, cuantos lo coman se contaminarán; sólo para ellos será su pan pues no entrará en la casa de Yahveh.

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Oseas 9:4
33 Referans Kwoze  

Con el primer cordero ofrece también una décima parte de una efa de harina de la mejor calidad, mezclada con un cuarto de hin de aceite de oliva, y una libación de un cuarto de hin de vino.


Puso el pan sobre ella en presencia del Señor, como el Señor le había ordenado.


Han elegido adorar las piedras lisas de los arroyos de los valles: ¡esa es la elección que han hecho! Has derramado ofrendas de bebida a estos ídolos; les has presentado ofrendas de grano. ¿Debería eso alegrarme?


Cuando alguien sacrifica un toro, es como un sacrificio humano, y cuando alguien sacrifica un cordero, es como romperle el cuello a un perro. Cuando presentan una ofrenda de grano es como presentar sangre de cerdo, y cuando queman incienso es como adorar a un ídolo. Ya que han elegido actuar así y amar esas cosas repugnantes,


No se celebrarán recepciones fúnebres para consolar a los que lloran; ni siquiera se ofrecerá una bebida reconfortante ante la pérdida de un padre o una madre.


¿De qué sirve ofrecerme incienso de Saba o cálamo dulce de una tierra lejana? No acepto sus holocaustos; no me agradan sus sacrificios.


Llora en silencio. No hagas ningún ritual por el muerto. Vístete normalmente: ponte el turbante y ponte las sandalias en los pies. No te tapes la cara y no comas el pan que usan los dolientes”.


“Entonces harás lo mismo que yo. No te velarás la cara ni comerás el pan que usan los dolientes.


Sin embargo, Daniel decidió no contaminarse comiendo la rica comida y el vino del rey. Pidió al jefe de los eunucos que le permitiera no impurificarse.


Porque el pueblo de Israel durará muchos días sin rey ni príncipe, sin altar de piedras, sin imágenes paganas ni santuarios idólatras.


Se vuelven, pero no al Altísimo. Son como un arco defectuoso. Sus líderes morirán a espada por causa de sus maledicencias. Por eso serán ridiculizados en Egipto.


Vienen a presentarme sus sacrificios y se comen la carne, pero yo, el Señor, no los acepto. Ahora él recordará su maldad y los castigará por sus pecados. Ellos volverán a Egipto.


¡Vístanse de silicio sacerdotes, y giman! ¡Lloren ustedes, los que ministran ante el altar! Vayan y pasen la noche vestidos con silicio, ministros de mi Dios, porque las ofrendas de grano y vino han cesado en el Templo.


Ha cesado la ofrenda de grano y de vino en el Templo. Los sacerdotes y ministros se lamentan ante el Señor.


¿Y quién sabe si cambia de opinión y te bendice para que puedas ofrendar el grano y el vino al Señor tu Dios?


La vida está en la sangre del cuerpo. Os la he dado para que, poniéndola en el altar, sus vidas puedan ser rectificadas, porque es la sangre que rectifica la vida de la gente.


“Dile a Aarón: Estas reglas se aplican a todas las generaciones futuras. Si alguno de sus descendientes tiene un defecto físico, no se le permite venir a presentar las ofrendas de su Dios.


“A ningún descendiente del sacerdote Aarón que tenga un defecto se le permite venir y presentar las ofrendas de comida al Señor. Debido a que tiene un defecto, no debe venir y ofrecer la comida de su Dios.


Deben ser santos para su Dios y no deshonrar la reputación de su Dios. Ellos son los que presentan las ofrendas de comida al Señor, la comida de su Dios. Por consiguiente, deben ser santos.


Lo considerarán santo porque presenta las ofrendas de comida a su Dios. Él será santo para ti, porque yo soy santo. Yo soy el Señor, y te elegícomomi pueblo especial.


Aunque me traigas ofrendas de grano, no las aceptaré. Apartaré de mi vista tus ofrendas de paz con novillos engordados.


Otra cosa que haces es que derramas lágrimas sobre el altar del Señor, llorando y lamentándote porque ya el Señor no presta atención a tus ofrendas o no quiere aceptarlas.


“Si tocas un cadáver serás impuro durante siete días.


“Dales las siguientes normas a los israelitas: Debes presentarme en el momento apropiado mis ofrendas de comida para que las acepte.


Que extiendan también un paño azul sobre la mesa de la Presencia, y que pongan sobre ella los platos y las copas, así como los cuencos y las jarras para la ofrenda de bebida. La ofrenda permanente de pan debe permanecer sobre ella.


Yo soy el pan vivo que bajó del cielo, y cualquiera que coma de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, la cual daré para que el mundo viva”.


No he comido nada del santo diezmo mientras estaba de luto, ni he tomado nada de él mientras estaba sucio, ni lo he usado como ofrenda para los muertos. He obedecido al Señor mi Dios. He hecho todo lo que me ordenaste hacer.


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