Llevaremos a los almacenes del Templo de nuestro Dios, para los sacerdotes, la primera parte de nuestra harina molida, de nuestras ofrendas de grano, del fruto de todos nuestros árboles, y de nuestro vino nuevo y aceite de oliva. También llevaremos el diezmo de nuestros productos a los levitas, porque los levitas son los que recogen los diezmos en todas las ciudades agrícolas.
Lo mejor de todas las primicias y de todas sus ofrendas es para los sacerdotes. El primer pan que hornees se lo darás al sacerdote, para que tu casa sea bendecida.
“Diles a los israelitas que cuando entren en la tierra que yo les doy y recojansus cosechas, deben llevarle al sacerdote gran parte del grano de las primicias de su cosecha.
El sacerdote agitará los corderos como ofrenda mecida ante el Señor, junto con el pan de las primicias. El pan y los dos corderos son sagrados para el Señor y pertenecen al sacerdote.
Debes comer una décima parte de tu grano, vino nuevo y aceite de oliva, y los primogénitos de tus rebaños y manadas, en presencia del Señor tu Dios en el lugar que elija, para que aprendas a respetar siempre al Señor tu Dios.
Ellos no se habían contaminado al pecar con mujeres. Eran espiritualmente vírgenes. Son los que siguen al Cordero dondequiera que él va. Fueron redimidos de la humanidad como primicias para Dios y el Cordero.