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Mateo 27:54 - Versión Biblia Libre

54 Cuando el centurión y los que estaban con él vigilando a Jesús vieron el terremoto y lo que había ocurrido, se atemorizaron y dijeron: “¡Este era realmente el Hijo de Dios!”

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Biblia Reina Valera 1960

54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente este era Hijo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

54 El oficial romano y los otros soldados que estaban en la crucifixión quedaron aterrorizados por el terremoto y por todo lo que había sucedido. Dijeron: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

54 El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: 'Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

54 Y el centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, viendo el terremoto y lo que estaba sucediendo, se atemorizaron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

54 Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y decían: 'Realmente, éste era Hijo de Dios'.

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Mateo 27:54
22 Referans Kwoze  

Pero Jesús se quedó en silencio. El sumo sacerdote le dijo a Jesús: “En nombre del Dios vivo, te coloco bajo juramento. Dinos si eres el Mesías, el Hijo de Dios”.


Entonces se sentaron y se quedaron allí vigilándolo.


y decían: “¡Tú que prometiste destruir el Templo y reconstruirlo en tres días, por qué no te salvas a ti mismo! Si realmente eres el Hijo de Dios, entonces bájate de la cruz”.


Él cree en Dios con tanta seguridad, —pues entonces que Dios lo rescate si lo quiere, pues él decía ‘yo soy el Hijo de Dios’”.


Justo en ese momento, el velo del Templo se rasgó de arriba a abajo. La tierra tembló, las rocas se partieron,


El tentador vino y le dijo: “Si realmente eres el hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan”.


Cuando Jesús entró a Capernaúm, un centurión se le acercó, suplicándole su ayuda,


Cuando el centurión que estaba frente a Jesús vio cómo murió, dijo: “Este hombre era de verdad el Hijo de Dios”.


Entonces todos ellos preguntaron: “¿Entonces eres el Hijo de Dios?” “Ustedes dicen que yo soy”, respondió Jesús.


Los líderes judíos respondieron: “Tenemos una ley, y de acuerdo a esa ley, él debe morir porque se proclamó a sí mismo como el Hijo de Dios”.


En Cesarea vivía un hombre llamado Cornelio, quien era un centurión romano del ejército italiano.


Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”


De inmediato el comandante tomó a unos centuriones y descendió corriendo hasta donde estaba la turba. Cuando la multitud vio al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.


Entonces Pablo llamó a uno de los centuriones, y le dijo: “Lleva a este hombre donde el comandante, pues tiene información para darle”.


Y llamó a dos centuriones y les dijo: “Alisten a doscientos soldados para ir a Cesarea, junto con setenta hombres a caballo y doscientos hombres con lanzas. Estén listos para salir esta noche a las nueve.


Cuando llegó nuestro momento de zarpar a Italia, Pablo y algunos otros prisioneros fueron entregados a un centurión llamado Julio, que pertenecía al Régimen Imperial.


Pero como el centurión quería salvar la vida de Pablo, les advirtió que no lo hicieran, y dio orden para que los que pudieran nadar se lanzaran del barco primero y llegaran a tierra.


pero que fue revelado como Hijo de Dios por medio de su resurrección de los muertos por el poder del Espíritu Santo. Él es Jesucristo, nuestro Señor.


Y al mismo tiempo hubo un gran terremoto, y una décima parte de la ciudad colapsó. Siete mil personas murieron en ese terremoto, y el resto de la gente estaba llena de horror, y daba gloria al Dios del cielo.


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