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Marcos 9:12 - Versión Biblia Libre

12 “Es cierto que Elías viene primero para prepararlo todo”, respondió Jesús. “Pero, ¿por qué, entonces, dicen las Escrituras que el Hijo del hombre tiene que sufrir mucho y ser tratado con deprecio?

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Biblia Reina Valera 1960

12 Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Jesús contestó: —Es cierto que Elías viene primero a fin de dejar todo preparado. Sin embargo, ¿por qué las Escrituras dicen que el Hijo del Hombre debe sufrir mucho y ser tratado con total desprecio?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Jesús les contestó: 'Ya lo sabemos: Elías viene primero y deja todo reordenado... Pero, ¿por qué dicen las Escrituras que el Hijo del Hombre sufrirá mucho y será despreciado?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Él les dijo: Elías en verdad viene primero a restaurar todas las cosas. Pero ¿no dice la Escritura que el Hijo del Hombre debe padecer mucho y ser despreciado?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 El les contestó: 'Elías, desde luego, ha de venir antes, para restablecerlo todo, pero ¿no está escrito acerca del Hijo del hombre que habrá de padecer mucho y ser menospreciado?

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Marcos 9:12
30 Referans Kwoze  

Levántate, Dios, y pelea tu causa. No olvides cuánto te han insultado estas personas necias todo el tiempo.


Esto es lo que dice el Señor, el Redentor y Santo de Israel, al que fue despreciado y detestado por la nación, al que es siervo de los gobernantes: Los reyes te verán y se pondrán de pie, y los príncipes se inclinarán ante ti, porque el Señor, que es digno de confianza, el Santo de Israel, te ha elegido.


Ofrecí mi espalda para que me golpearan y mis mejillas para que me tiraran de la barba. No escondí mi rostro de sus burlas y escupitajos.


Pero muchos se horrorizaron de él, tan desfigurado en apariencia, que ya no parece un hombre, tan distinto a cualquier ser humano.


Y el Señor me dijo: “Echa el dinero en la tesorería”, esa miserable suma que pensaron que pagaba mi precio. Así que tomé las treinta piezas de plata y las lanzó en la tesorería del Templo del Señor.


¡Levántate, espada mía! ¡Ataca a mi pastor, al hombre que ha estado junto a mi! declara el Señor. Golpea al pastor y las ovejas serán dispersas, y yo levantaré mi mano contra los corderos.


Él restaurará la armonía entre padres e hijos, y si eso no ocurre, yo vendré y azotaré la tierra con una maldición.


A partir de entonces Jesús comenzó a explicarle a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que sufriría terriblemente en manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros religiosos, y que lo matarían, pero que él se levantaría otra vez al tercer día.


“El Hijo del hombre morirá tal como fue profetizado acerca de él, pero ¡qué desgracia vendrá sobre el hombre que entregue al Hijo del hombre! ¡Habría sido mejor que nunca hubiera nacido!”


“Vamos a Jerusalén”, les dijo, “y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros religiosos. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán en manos de los extranjeros.


Sin embargo, les digo que Elías vino, y ellos lo maltrataron de todas las formas que quisieron, tal como las Escrituras dicen que lo harían”.


porque estaba enseñándole a sus discípulos. “El Hijo del hombre será entregado a las autoridades humanas”, les dijo. “Ellos lo matarán, pero tres días después se levantará de nuevo”.


Aunque eres solamente un niño pequeño, serás llamado el profeta del Altísimo, porque tu irás delante del Señor para preparar su camino,


Herodes y sus soldados trataron a Jesús con menosprecio y se burlaban de él. Colocaron una túnica real sobre él y lo enviaron de vuelta donde Pilato.


Uno de los criminales que estaba colgado allí se unió a sus insultos. “¿No eres tú el Mesías?” le dijo. “¡Entonces sálvate a ti mismo, y a nosotros también!”


Así que cuando los discípulos se encontraron con Jesús, le preguntaron: “Señor, ¿es este el momento en que restablecerás el reino de Israel?”


‘Él es la piedra que ustedes los constructores rechazaron, pero ha sido puesta como piedra angular’.


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