Marcos 13:32 - Versión Biblia Libre

³² “Nadie sabe el día ni la hora en que esto ocurrirá, ni siquiera los ángeles que están en el cielo, ni siquiera el Hijo; solo el Padre lo sabe.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³² Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² »Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán esas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Por lo que se refiere a ese Día y cuándo vendrá, no lo sabe nadie, ni los ángeles en el Cielo, ni el Hijo, sino solamente el Padre.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² Pero acerca de aquel día o de aquella hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo,° sino el Padre.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² En cuanto al día aquél o la hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Marcos 13:32 Referans Kwoze

Mateo 25:13

Así que estén alerta, porque ustedes no saben el día ni la hora.

Mateo 25:19

Mucho tiempo después, el amo de estos siervos regresó y se dispuso a ajustar cuentas con ellos.

Mateo 25:6

A la media noche se escuchó el grito: ‘¡Miren aquí está el novio! ¡Vengan a su encuentro!’

Marcos 13:31

El cielo y la tierra llegarán a su fin, pero mis enseñanzas no.

Hechos 1:7

“Ustedes no necesitan saber acerca de las fechas y los tiempos que son establecidos por la autoridad del Padre”, les dijo.

2 Pedro 3:10

Sin embargo, el día del Señor vendrá, y será inesperadamente, como la venida de un ladrón. Los cielos explotarán con un rugido atronador, y los elementos se destruirán al ser consumidos. La tierra y todo lo que hay en ella se desvanecerá.

Apocalipsis 1:1

Esta es la revelación de Jesucristo, la cual Dios entregó para mostrar a sus siervos lo que sucederá pronto. Él envió a su ángel para revelarla a su siervo Juan,

Apocalipsis 3:3

“Así que acuérdense de cómo recibieron este mensaje, y lo que escucharon. Observen lo que se les enseñó, y arrepiéntanse. Si no están alerta, vendré inesperadamente, como un ladrón, y no sabrán a qué hora vendré.