Malaquías 3:10 - Versión Biblia Libre10 Traigan todo el diezmo a la tesorería para que haya alimento en mi Templo. Pruébenme en esto, dice el Señor Todopoderoso, y yo abriré las ventanas de los cielos y haré que sobreabunden las bendiciones tanto que no tendrán lugar para ellas. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196010 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—, les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba! Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)10 Entreguen, pues, la décima parte de todo lo que tienen al tesoro del templo, para que haya alimentos en mi casa. Traten después de probarme, dice Yavé de los ejércitos, para ver si les abro las compuertas del cielo o si derramo para ustedes la lluvia bendita hasta la última gota. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion10 ¡Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento° en mi Casa! Y probadme luego en esto, dice YHVH Sebaot, si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197510 Llevad todos los diezmos a la casa del tesoro, para que haya alimentos en mi casa. Haced la prueba -dice Yahveh Sebaot-, y veréis si no os abro las compuertas del cielo y no derramo sobre vosotros bendición sin medida. Gade chapit la |
Ese mismo día se pusieron hombres a cargo de los almacenes que contenían las ofrendas, la primera parte de las cosechas y los diezmos. Lo que la Ley asignaba a los sacerdotes y a los levitas se llevaba a estos almacenes desde los campos de los alrededores de las ciudades, porque todo el pueblo de Judá se alegraba por el servicio de los sacerdotes y de los levitas.