Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lamentaciones 1:14 - Versión Biblia Libre

14 Tomó mis pecados y los convirtió en un yugo que ató a mi cuello. Me quitó toda mi fuerza y me entregó indefensa a mis enemigos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 El yugo de mis rebeliones ha sido atado por su mano; Ataduras han sido echadas sobre mi cerviz; ha debilitado mis fuerzas; Me ha entregado el Señor en manos contra las cuales no podré levantarme.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 »Él tejió sogas con mis pecados para atarme a un yugo de cautiverio. El Señor minó mis fuerzas; me entregó a mis enemigos y en sus manos soy incapaz de levantarme.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Vigiló mis crímenes, los juntó y los ató; están en su mano. Su yugo pesa sobre mi cuello ha hecho flaquear mi fuerza; Yavé me ha entregado en manos que no puedo resistir.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

14 n El yugo está atado con mis transgresiones que, entrelazadas por su mano, gravitan sobre mi cerviz y hacen tambalear mi fuerza: Adonay me ha entregado a una mano contra la cual° no puedo levantarme.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Nun. Su mano ha entretejido el pesado yugo de mis pecados: lo hace pesar sobre mi cuello, quebranta mis fuerzas. El Señor me entregó en manos de aquellos quienes yo no podía resistir.

Gade chapit la Kopi




Lamentaciones 1:14
21 Referans Kwoze  

Los malvados quedarán atrapados por causa de sus malas acciones. Las cuerdas de sus pecados los atarán.


Aplastaré a los asirios cuando estén en mi país, Israel; los pisotearé en mis montañas. Quitaré su yugo de mi pueblo, y quitaré las cargas que ponen sobre los hombros de mi pueblo.


Me enojé con mi pueblo y abandoné a los que me pertenecían. Te los entregué. Pero no les mostraste misericordia; incluso maltrataste a los ancianos.


miren cómo convoco a todo el pueblo del norte, declara el Señor. Voy a enviar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, para que ataque a este país y a la gente que vive aquí, y a todas las naciones de los alrededores. Los destinaré a la destrucción. Voy a destruirte totalmente, y la gente se horrorizará de lo que te ha ocurrido y se burlará de ti.


El mismo mensaje le di a Sedequías, rey de Judá: Sométete al rey de Babilonia; sírvele a él y a su pueblo, y vive.


Cualquier nación o reino que no sirva a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no se someta a él Castigaré a esa nación con guerra, hambre y peste, declara el Señor, hasta que deje que Nabucodonosor la destruya por completo.


“Ve y dile a Hananías que esto es lo que dice el Señor: Has roto un yugo de madera, pero lo has sustituido por un yugo de hierro.


Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: He atado yugos de hierro al cuello de todas estas naciones para obligarlas a servir a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán. Incluso le he dado el control sobre los animales salvajes”.


Sedequías, rey de Judá, lo había encarcelado, diciéndole “¿Por qué tienes que profetizar así? Dices que el Señor está diciendo: ‘Mira, voy a entregar esta ciudad al rey de Babilonia, y él la capturará.


Se llevará a Sedequías a Babilonia, donde permanecerá hasta que yo trate con él, declara el Señor. No tendrás éxito si luchas contra los babilonios’”.


Un tiempo después, el rey Sedequías lo mandó llamar en secreto y lo hizo llevar al palacio real, donde le preguntó: “¿Hay un mensaje del Señor para mí?” “Sí lo hay”, respondió Jeremías. “Vas a ser entregado al rey de Babilonia”.


Voy a sacarte de la ciudad y a entregarte a los extranjeros, y voy a cumplir mi sentencia contra ti.


Me ocuparé de ti con mi cólera; soplaré mi fuego de ira sobre ti; te entregaré a hombres crueles y expertos en destrucción.


“Porque esto es lo que dice el Señor Dios: Créanme cuando les digo que los voy a entregar al pueblo que odian, al que rechazaron con asco.


por eso os someteré a los pueblos de Oriente. Ellos acamparán y levantarán sus tiendas en el mismo lugar donde tú vives. Comerán tus frutos y beberán tu leche.


por eso los atacaré y los entregaré para que sean saqueados por otras naciones. Te aniquilaré tan completamente que ya no existirás como nación. Te destruiré, y entonces sabrás que yo soy el Señor.


Yo seré como un león con Efraín, y como un feroz león con el pueblo de Judá. Vendré y los desmenuzaré, los llevaré donde nadie podrá ir a rescatarlos.


Esto es lo que dice el Señor: ¡Cuidado! Voy a enviar desastre sobre tales familias, y no podrán escapar. No podrán caminar más con arrogancia porque este será un tiempo de desastre.


servirás a tus enemigos que el Señor envía a atacarte con hambre, sed, desnudez y pobreza. Él atará un yugo de hierro en tu cuello hasta destruirte.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite