Lamentaciones 1:10 - Versión Biblia Libre

¹⁰ El invasor ha robado todos sus tesoros. Incluso tuvo que ver cómo las naciones paganas entraban en su santuario, gente a quienes tú les habías prohibido entrar.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; Ella ha visto entrar en su santuario a las naciones De las cuales mandaste que no entrasen en tu congregación.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ El enemigo la saqueó por completo y se llevó todo lo valioso que poseía. Vio a los extranjeros profanar su templo sagrado, el lugar al que el Señor les había prohibido entrar.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ El invasor tomó todos sus tesoros; ella vio entrar a los paganos en su santuario; a quienes tú habías prohibido entraron en tus asambleas.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ y El adversario ha echado mano a todos sus tesoros, Ella ha visto cómo los gentiles entraban en el Santuario, Aunque Tú diste orden que no entraran en tu congregación.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Yod. Su mano tendió el opresor a todos sus tesoros; ella vio a las naciones entrar en su santuario, aquellas a las que prohibiste entrar en tu asamblea.

Lamentaciones 1:10 Referans Kwoze

2 Crónicas 36:18

Se llevó a Babilonia todos los artículos, grandes y pequeños, del Templo de Dios, del tesoro del Templo, del rey y de sus funcionarios.

Nehemías 13:1

Un día, cuando se leía el Libro de Moisés al pueblo, encontraron la sección en la que estaba escrito que no se debía permitir la entrada de ningún amonita o moabita a la asamblea de Dios,

Isaías 63:18

Tu Templo nos perteneció por un tiempo, pero luego nuestros enemigos lo invadieron y lo destruyeron.

Jeremías 15:13

Regalaré sus riquezas y posesiones valiosas. Se convertirán en botín para sus enemigos a causa de todos los pecados que cometieron en todo su país.

Jeremías 20:5

“Lo entregaré todo. Todas las riquezas de esta ciudad, todos los resultados del trabajo duro, todos los objetos de valor, todas las joyas de la corona de los reyes de Judá: voy a entregárselas a sus enemigos, que las tomarán como botín y se las llevarán a Babilonia.

Jeremías 27:19

Esto dice el Señor Todopoderoso sobre las columnas, el mar de bronce, las bases y el resto de los objetos que quedan en Jerusalén:

Jeremías 27:21

De nuevo, esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, sobre los objetos que quedaron en el Templo del Señor, en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén:

Jeremías 50:28

(Escuchen a los refugiados y a los sobrevivientes que han regresado de Babilonia, anunciando en Sión: “El Señor, nuestro Dios, les está pagando por lo que le pasó a su Templo”).

Jeremías 51:51

“Estamos avergonzados porque nos han burlado, y nos agarramos la cabeza con vergüenza porque los extranjeros entraron en los lugares santos del Templo del Señor”,

Jeremías 52:13

Quemó el Templo del Señor, el palacio real y todos los grandes edificios de Jerusalén.

Lamentaciones 1:7

Mientras deambula en su miseria, Jerusalén piensa en todas las cosas maravillosas que tuvo en los viejos tiempos. Cuando sus enemigos conquistaron a su pueblo, no recibió ninguna ayuda. Sus enemigos se burlaban de ella y se reían de su caída.

Ezequiel 44:7

Además de todas sus prácticas ofensivas, ustedes invitaron a extranjeros inconversos y paganos para entrar en mi santuario. Hiciste impuro mi Templo incluso mientras me ofrecías comida, la grasa y la sangre. Rompiste mi acuerdo.

Ezequiel 7:22

Miraré de reojo mientras hacen impuro mi precioso lugar. Los hombres violentos entrarán y lo ensuciarán.

Ezequiel 9:7

Luego les dijo: “Ensucien el Templo y llenen los patios de cadáveres. Adelante, háganlo”. Así que fueron y empezaron a matar por toda la ciudad.

Marcos 13:14

“Pero cuando vean la ‘abominación desoladora’ en el lugar donde no debe estar (el que lee, que entienda), entonces los que estén en Judea deben correr a las montañas.

Deuteronomio 23:3

Ningún amonita o moabita o cualquiera de sus descendientes puede entrar en el santuario del Señor, hasta la décima generación.

Deuteronomio 23:4

Porque no vinieron a recibiros con comida y agua en su viaje desde Egipto, y contrataron a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldeciros.