Job 1:7 - Versión Biblia Libre

⁷ El Señor le preguntó a Satanás: “¿Qué has estado haciendo?” . “Viajando por la tierra, yendo de aquí para allá”, respondió Satanás.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ El Señor le preguntó a Satanás: —¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: —He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Yavé dijo a Satán: '¿De dónde vienes?' Satán respondió: 'Vengo de la tierra, donde anduve dando mis vueltas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Y YHVH preguntó al Acusador: ¿De dónde vienes? Y el Acusador respondió a YHVH y dijo: De rodear la tierra y andar por ella.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Entonces le dijo Yahveh: '¿De dónde vienes?'. Respondió Satán: 'De merodear por la tierra y pasearme por ella'.

Job 1:7 Referans Kwoze

2 Reyes 5:25

Cuando Giezi regresó y atendió a su amo, Eliseo le preguntó: “¿Dónde has estado, Giezi?” “Tu siervo no ha estado en ninguna parte”, respondió.

Job 2:2

El Señor le preguntó a Satanás: “¿Qué has estado haciendo?” “Viajando por la tierra, yendo de aquí para allá”, respondió Satanás.

Zacarías 6:7

Cuando los caballos fuertes salieron, iban dispuestos y presurosos a patrullar la tierra. Y él dijo: “¡Vayan y vigilen la tierra!” Entonces los caballos salieron y empezaron a vigilar la tierra.

Mateo 12:43

Cuando un espíritu maligno sale de una persona, anda por lugares desiertos buscando descanso, y no encuentra dónde quedarse.

1 Pedro 5:8

Sean responsables, y estén vigilantes. El diablo, su enemigo, anda por ahí, como león rugiente, buscando a quién devorar.

Apocalipsis 12:9

Y el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo, fue lanzado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

Apocalipsis 20:8

y saldrá a engañar a las naciones, simbolizadas por Gog y Magog, para reunirlas, desde los cuatro extremos de la tierra, para la batalla. Y su número es incontable como la arena del mar.