Isaías 66:13 - Versión Biblia Libre

¹³ Como una madre que consuela a su hijo, yo te consolaré a ti. Serás consolado en Jerusalén.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹³ Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ Los consolaré allí, en Jerusalén, como una madre consuela a su hijo».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ Como un hijo a quien consuela su madre, así yo los consolaré a ustedes.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ Como a uno que consuela su madre, Así Yo os consolaré; en Jerusalem seréis consolados;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ Como uno a quien su madre consuela, así os consolaré yo: en Jerusalén seréis consolados'.

Isaías 66:13 Referans Kwoze

Salmos 137:6

Si no llego a recordarte y si no considero a Jerusalén mi gran alegría, que mi lengua se pegue al techo de mi boca.

Salmos 94:19

Cuando mi mente está llena de preocupaciones, tú me confortas y me animas.

Isaías 12:1

En ese momento dirás: “¡Te alabaré, Señor! Aunque estabas enojado conmigo, tu ira ha pasado, y ahora me consuelas.

Isaías 40:1

“¡Consuela, sí consuela a mi pueblo!” dice tu Dios.

Isaías 40:2

“Háblale con amor al pueblo de Jerusalén, diciéndole que sus tiempos difíciles han terminado, que sus pecados han sido perdonados y que el Señor les ha pagado dos veces por sus pecados”.

Isaías 49:13

¡Cielos, griten de alegría! Tierra, ¡celebración! Montañas, ¡cantad de alegría! El Señor ha venido a cuidar de su pueblo, y tratará con bondad a su pueblo que sufre.

Isaías 51:12

Soy yo, sí, el que te consuela. ¿Por qué has de temer a los mortales que mueren como la hierba?

Isaías 51:3

El Señor cuidará de Sión y se compadecerá de todos sus lugares arruinados. Hará que su desierto sea como el Edén, y sus zonas desérticas como el jardín del Señor. La gente allí tendrá alegría y felicidad, dando gracias y cantando dulces canciones.

Isaías 66:10

Celebren con Jerusalén y alégrense por ella, todos los que la aman; celebren con ella y canten de alegría, todos los que se lamentan por ella.

2 Corintios 1:3

¡Alaben a Dios, el padre de nuestro Señor Jesucristo! Él es el Padre misericordioso, y Dios de toda consolación.

2 Corintios 1:4

Él nos consuela en todas nuestras aflicciones, para que podamos consolar también a otros con el consuelo que recibimos de Dios.

1 Tesalonicenses 2:7

pero en lugar de ello actuamos con amabilidad entre ustedes, como una madre amorosa que cuida de sus propios hijos.