Isaías 63:5 - Versión Biblia Libre

⁵ Miré a mi alrededor, pero nadie vino a ayudarme; me sorprendió que no hubiera nadie que me asistiera. Así que los salvé sólo con mi fuerza, y mi propia ira me mantuvo en pie.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Estaba asombrado al ver que nadie intervenía para ayudar a los oprimidos. Así que yo mismo me interpuse para salvarlos con mi brazo fuerte, y mi ira me sostuvo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Miré a mi alrededor y me asombré: no había quién me ayudara. Así, es que no conté más que con mi brazo y mi enojo me dio fuerzas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Miré, y no había quien ayudara, Y me maravillé de que no hubiera quien sustentara, Pero me sostuvo mi ira, y mi brazo me dio la victoria.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Miré, y nadie me ayudaba, me asombré de que nadie me apoyase; entonces me salvó mi brazo, y fue mi furor el que me apoyó;

Isaías 63:5 Referans Kwoze

Salmos 107:12

Entonces Dios humillará su orgullo con los problemas de la vida; tropezarán y no habrá nadie cerca que los ayude a no caer.

Salmos 22:11

No te distancies de mí, porque los problemas siempre están cerca y no hay nadie más que pueda ayudarme.

Salmos 44:3

No conquistaron la tierra con sus espadas; no fue a través de su fuerza que ganaron la victoria, fue por tu fuerza, tu poder, y tu compañía, porque los amabas.

Salmos 69:20

Sus insultos han quebrantado mi corazón. Estoy enfermo y sin cura. Clamé por misericordia, pero nadie me ayudó. Nadie me mostró compasión.

Salmos 94:16

¿Quién vino en mi defensa contra los malvados; quién se opuso por mí contra los que hacen el mal?

Salmos 98:1

Cántale al Señor una nueva canción, porque él ha hecho cosas maravillosas: ha ganado la victoria con su poderosa diestra y su brazo fuerte.

Isaías 40:10

¡Mira! ¡El Señor Dios viene con poder! Gobernará con mano firme. Mira! Trae consigo su recompensa, viene a dar su regalo.

Isaías 41:28

Miro a estos ídolos y veo que no hay nadie que pueda decir nada. Ninguno de ellos sabe dar consejos; cuando les pregunto algo, ni siquiera saben responder.

Isaías 50:2

Cuando vine, ¿por qué no había nadie? Cuando llamé, ¿por qué no respondió nadie? ¿Es porque no tengo la fuerza para salvarte, o el poder para rescatarte? ¿No ves que si lo ordeno, el mar se secará? Puedo convertir los ríos en un desierto. Sus peces apestan porque han muerto de sed al no haber agua.

Isaías 51:5

Pronto llegará mi gobierno de justicia. Viene mi salvación. Mi poder traerá el juicio a las naciones. Las tierras lejanas me esperan a mí y a mi poder.

Isaías 51:9

¡Por favor, despierta, despierta! ¡Usa tu fuerza, poderoso Señor! Actúa como en los viejos tiempos, en las generaciones anteriores. ¿No fuiste tú quien cortó a Rahab en pedazos, ¿quién mató a ese monstruo marino?

Isaías 52:10

El Señor ha demostrado su santo poder a todas las naciones; el mundo entero verá la salvación de nuestro Dios.

Isaías 63:3

He pisado el lagar yo solo; de las naciones de alrededor nadie vino a ayudarme. Por eso, en mi cólera los pisé como si fueran uvas, en mi furia los pisoteé. Es su sangre la que ha manchado mis vestidos.

Ezequiel 22:30

“Traté de encontrar a uno de ellos que reparara el muro y defendiera la brecha para que cuando viniera no la destruyera, pero no pude encontrar a nadie.

Oseas 1:7

Pero tendré piedad de los de la casa de Judá y los salvaré. Pero no será con arco ni espada, ni tampoco con guerreros de a caballo”.

Juan 16:32

“Se acerca el momento—de hecho está a punto de ocurrir—cuando ustedes se separarán; cada uno de ustedes irá a su propia casa, dejándome solo. Pero yo no estoy realmente solo, porque el Padre está conmigo.

1 Corintios 1:24

Sin embargo, para los que son llamados por Dios, tanto judíos como extranjeros, Cristo es el poder y la sabiduría de Dios.