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Isaías 57:1 - Versión Biblia Libre

1 Las personas buenas mueren, y a nadie le importa; los fieles fallecen, y nadie piensa que estaban siendo protegidos del mal.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 La gente buena se muere; muchas veces, los justos mueren antes de que llegue su hora. Pero a nadie parece importarle el porqué; tampoco se lo preguntan a sí mismos. Parece que nadie entiende que Dios los está protegiendo del mal que vendrá.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El hombre honrado es asesinado y nadie toma la cosa en serio. Los hombres fieles son eliminados, y nadie entiende que si desaparecen, es para que no vean las desgracias:

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Perece el justo, y nadie repara en ello; Mueren los piadosos, y nadie comprende Que delante de la aflicción es quitado el justo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Perece el justo, y nadie hace caso. Se llevan a los hombres leales sin que nadie lo advierta. Por culpa del malvado se llevan al justo

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Isaías 57:1
17 Referans Kwoze  

Todo Israel lo llorará y lo enterrará. Sólo él, de la familia de Jeroboam, será enterrado en una tumba porque sólo en él ha encontrado algo bueno el Señor, el Dios de Israel, de toda la familia de Jeroboam.


Todo esto no sucederá hasta después de tu muerte, y morirás en paz. No verás todo el desastre que voy a hacer caer sobre este lugar”. Volvieron al rey y le dieron su respuesta.


Ezequías murió y fue enterrado en el cementerio superior de los descendientes de David. Todo Judá y el pueblo de Jerusalén lo honraron a su muerte. Su hijo Manasés tomó el relevo como rey.


Todo esto no sucederá hasta después de tu muerte, y morirás en paz. No verás todo el desastre que voy a hacer caer sobre este lugar y sus habitantes”. Volvieron al rey y le dieron su respuesta.


Así que lo sacaron de su carro y lo llevaron en su segundo carro a Jerusalén, donde murió. Josías fue enterrado en la tumba de sus antepasados. Todo Judá y Jerusalén lo lloraron.


¡Señor, envía tu ayuda a todas las buenas personas que se han ido! Los que confían en ti han desaparecido de entre los pueblos de la tierra.


¡Observa al inocente, mira a los que hacen el bien! ¡Aquellos que aman la paz tienen futuro!


Así que derramó sobre ellos su furia y la violencia de la guerra. A pesar de que estaban rodeados de llamas, seguían sin entender. El fuego los abrasaba, pero seguían sin tomarse en serio la situación.


El mal te va a golpear, y no podrás alejarla por arte de magia. Te caerá un desastre que no podrás evitar pagando un rescate. La destrucción te golpeará de repente y no la esperabas.


Dijiste: “Reinaré para siempre como la reina eterna”. Pero no pensaste en lo que vendría; no recordaste lo que te sucedería al final.


¿De quién te asustaste? ¿Quién te asustó tanto que me mentiste, te olvidaste de mí, y ni siquiera pensaste en mí? ¿Es porque he estado callado durante tanto tiempo que ni siquiera me temes?


Así que dile al pueblo de Judá y a los que viven en Jerusalén que esto es lo que dice el Señor: ¡Cuidado! Estoy preparando un desastre para ustedes, y elaborando un plan contra ustedes. Abandonen todos ustedes sus malos caminos. ¡Vivan bien y actúen bien!


No lloren por el rey que murió. No lloren por él. En cambio, lloren por el rey que está exiliado, que nunca regresará, que nunca volverá a ver su patria.


y diles que esto es lo que dice el Señor: ¡Cuidado, porque te voy a atacar! Voy a sacar mi espada y los voy a destruir, tanto a los buenos como a los malos.


Se han ido todas las buenas personas, no queda ninguno que haga el bien. Todos procuran asesinar a otros; tratan de tender trampas hasta a sus propios hermanos.


Si no escuchan y si no disponen su corazón para honrarme, dice el Señor Todopoderoso, yo enviaré maldición sobre ti, y maldeciré tus bendiciones. De hecho, ya las he maldecido porque ustedes no han abierto sus corazones para oír mi palabra.


“¿Quién puede contar los descendientes de Jacob? ¡Son tantos que son como el polvo! ¿Quién puede contar hasta una cuarta parte de los israelitas? “¡Me gustaría morir como muere una persona buena! ¡Que el fin de mi vida sea como el fin de ellos!”


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