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Isaías 45:20 - Versión Biblia Libre

20 Reúnanse y vengan, acérquense, refugiados de las naciones. ¿No son estúpidos estos pueblos que llevan sus ídolos de madera y que rezan a un dios que no puede salvarlos?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 »Reúnanse y vengan, fugitivos de las naciones vecinas. ¡Qué necios son los que llevan consigo sus ídolos de madera y dirigen sus oraciones a dioses que no pueden salvarlos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Reúnanse y vengan, acérquense y traten de entender, ustedes que sobreviven entre las naciones: Son tontos los que le creen a una estatua, a una cosa de madera, y rezan a un dios incapaz de salvar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 ¡Congregaos, y venid! ¡Acercaos a una, sobrevivientes de las naciones! ¡Nada saben los que cargan sus ídolos de madera, Y adoran a un dios que no puede salvar!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 ¡Reuníos y venid! ¡Acercaos todos juntos salvados de las naciones! No entienden los que llevan su ídolo de madera y suplican a un dios que no salva.

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Isaías 45:20
32 Referans Kwoze  

El Señor se enojó con Amasías y le envió un profeta que le dijo: “¿Por qué adoras a los dioses de un pueblo que ni siquiera pudo salvar a su propio pueblo de ti?”


Sacrificó a los dioses de Damasco, cuyo ejército lo había derrotado, pues se dijo: “Ya que los dioses de los reyes de Aram los ayudaron, les sacrificaré a ellos para que me ayuden”. Pero esto llevó a la ruina a Acaz y a todo Israel.


Todos los que hacen ídolos se vuelven como ellos, y también pasa esto con los confían en ellos.


Pero en ese momento, “el retoño del Señor” será atractivo y glorioso; el fruto que produzca la tierra será el orgullo y la gloria de los supervivientes que queden en Israel.


“Ahora presenta tu caso”, dice el Señor. “Presenten sus pruebas”, dice el Rey de Jacob.


¡Que se reúnan todas las naciones! ¡Que se reúnan todos los pueblos! ¿Quién de ellos pudo decir esto y predecir lo que iba a suceder? Que traigan sus testigos para demostrar que tienen razón. Entonces que escuchen y digan: ‘Es verdad!’


¿Quién hace un dios, quién moldea un ídolo que no le sirve para nada?


Todos los que hacen ídolos son estúpidos; esas cosas que tanto aman no les aportan ningún beneficio. Esa gente que cree en ídolos no puede ver esto, y no sabe nada, lo que los hace parecer tontos.


Bel se inclina, Nebo se agacha; sus ídolos son llevados en bestias de carga, un peso pesado para los animales cansados.


Reúnanse todos y escuchen. ¿Cuál de sus “dioses” ¿te ha dicho algo como esto? El que el Señor ama llevará a cabo los deseos del Señor contra Babilonia: atacará a los babilonios.


Cuando clames por ayuda, ¡vamos a ver si tu colección de ídolos te salva! El viento se los llevará a todos, ¡un soplo y se irán! Pero el que venga a pedirme ayuda será dueño de la tierra y poseerá mi monte sagrado.


Todos son estúpidos; no saben nada. Todos los trabajadores del metal se avergüenzan de los ídolos que fabrican. Porque sus imágenes hechas de metal fundido son fraudulentas: ¡no están vivas!


Al igual que un espantapájaros en un campo de pepinos, sus ídolos no pueden hablar. Hay que llevarlos en brazos porque no pueden caminar. No hay que tenerles miedo porque no pueden hacerte daño y tampoco pueden hacerte ningún bien.


¡Sin embargo, estos “sabios” son completamente tontos y estúpidos, porque piensan que pueden ser enseñados por inútiles ídolos hechos de madera!


Entonces los moabitas se sentirán defraudados por Quemos, así como el pueblo de Israel se sintió defraudado cuando confió en el ídolo del becerro de oro en Betel.


Pero aun así, más adelante, haré regresar al pueblo de Moab del exilio, declara el Señor. Este es el final de la descripción del juicio sobre Moab.


(Escuchen a los refugiados y a los sobrevivientes que han regresado de Babilonia, anunciando en Sión: “El Señor, nuestro Dios, les está pagando por lo que le pasó a su Templo”).


que una vez no tenían relación con Cristo. Ustedes estaban excluidos como extranjeros de ser ciudadanos de Israel, extraños respecto al pacto que Dios había prometido. No tenían esperanza y vivían en el mundo sin Dios.


y así reconciliarlos por completo con Dios a través de la cruz como si fueran un solo cuerpo, habiendo destruido nuestra hostilidad unos por otros.


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