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Isaías 29:9 - Versión Biblia Libre

9 ¡Sorpréndanse y asómbrense! ¡Háganse los ciegos para que no puedan ver! Embriáguese, pero no de vino. Tambaléense, pero no por la cerveza.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Deteneos y maravillaos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Estás asombrado y escéptico? ¿No lo crees? Entonces adelante, sé ciego. Eres necio, pero no por culpa del vino; te tambaleas, ¡pero no por causa del licor!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Embrutézcanse y pónganse tontos, anden ciegos, sin vista, quédense ebrios, pero no por el vino, maréense, pero no por el licor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¡Asombraos y quedad atónitos! ¡Deslumbraos y quedad ciegos! ¡Embriagaos, y no de vino! ¡Tambaleaos, y no por el licor!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Espantaos y quedad espantados, ofuscaos y quedad ofuscados, embriagaos y no de vino, tambaleaos y no de licor;

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Isaías 29:9
25 Referans Kwoze  

¡Cielos, escuchen! ¡Tierra, presta atención! Porque el Señor ha hablado! Yo crié hijos, y los cuidé, pero ellos se han rebelado contra mí.


El Señor ha mezclado un espíritu de confusión para que beban, haciendo que los egipcios se tambaleen en todo lo que hacen, como un borracho que resbala en su propio vómito.


La tragedia llega a ti Ariel, Ariel la ciudad donde vivió David. Año tras año tienes tus fiestas.


Porque el Señor los ha adormecido mucho, y ha cerrado los ojos y cubierto las cabezas de los que hablan por Dios y ven visiones.


Haré que tus opresores coman su propia carne y beban su propia sangre como si fuera vino. Entonces todos sabrán que yo, el Señor, soy tu Salvador y Redentor, el Poderoso de Israel.


¡Despierta, despierta! ¡Levántate, Jerusalén! Has bebido de la copa de la ira del Señor que te entregó. La has apurado hasta el fondo de la copa, la bebida que hace tambalear a la gente.


Porque todos los vigilantes están ciegos. Ninguno de ellos sabe lo que pasa. Todos están callados; no saben ladrar. Se pasan el tiempo acostados, soñando, amando el sueño.


Haz que las mentes de este pueblo sean insensibles; haz que sus oídos sean sordos y cierra sus ojos. De lo contrario, podrían ver con sus ojos, oír con sus oídos, comprender con sus mentes, y arrepentirse y sanar”.


En mi furia pisoteé a las naciones; en mi cólera las embriagué y derramé su sangre por el suelo.


entonces diles que esto es lo que dice el Señor: Voy a emborrachar a todos los que viven en esta tierra: a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo de Jerusalén.


¡Los cielos deberían estar espantados, escandalizados y horrorizados! declara el Señor.


Cuando se trata de los profetas: Estoy realmente perturbado: ¡estoy temblando por dentro! Me tambaleo como un borracho, como alguien que ha tomado demasiado vino, por lo que es el Señor, por sus santas palabras.


Diles que esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Bebed, emborrachaos y vomitad. A causa de la guerra morirán, cayendo para no volver a levantarse.


Cuando eso ocurra, declara el Señor, el rey y los funcionarios desesperarán, los sacerdotes quedarán abatidos y los profetas se escandalizarán.


En otro tiempo, Babilonia era una copa de oro que el Señor tenía en su mano. Ella emborrachó a toda la tierra. Las naciones bebieron su vino y por eso se volvieron locas.


Celebren y alégrense mientras puedan, pueblo de Edom, ustedes que viven en la tierra de Uz, porque esta copa se les pasará a ustedes también. Ustedes se embriagarán y se desnudarán.


Mira a tu alrededor las naciones; observa y te sorprenderás. Sucederá algo en tu tiempo que no lo creerías al oírlo.


Entonces regresó donde estaban sus discípulos, y les dijo: “¿Cómo es posible que aún estén durmiendo y descansando? Miren, el momento ha llegado. ¡El Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de pecadores!


Entonces Jesús regresó por tercera vez, y les preguntó, “¿aún están dormidos? ¿Aún están descansando? ¡Pues ya es suficiente, porque ha llegado el momento! Miren, el Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de pecadores.


Y vi que la mujer estaba ebria con la sangre de los creyentes, y con la sangre de los mártires que habían muerto por Jesús. Cuando la vi, me quedé totalmente asombrado.


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